Los ayuntamientos piden socorro para evitar el colapso de sus cuentas

Bustos no quiso desatar la alarma social, pero no ocultó que la situación de muchos consistorios es «muy difícil» y lanzó un llamamiento para impedir que gobiernos municipales caigan en bancarrota. «Hay que vitar que lo hoy es una excepción (ayuntamientos en dificultades extremas) se convierta en una situación generalizada», dijo. El presidente de la FMC quiere ponerse cuanto antes manos a la obra y no abrir un largo período de reflexión e intercambio de propuestas. «Hay que dedicar las horas que sean necesarias durante el mes de septiembre para que en octubre sepamos qué margen tenemos para los años 2011 y 2012», afirmó.

El plan de la FMC para estabilizar las arcas municipales se basa en cuatro puntos. En primer lugar, quiere que la Generalitat que redacte un calendario para pagar la deuda que la administración autonómica tiene acumulada con los municipios. La FMC calcula que el montante total de esta deuda pueda situarse en torno a los 500 millones de euros. «En caso de que no se retorno esta deuda, que hay que cuantificar, los ayuntamientos sufrirán tensiones presupuestarias muy importantes para cerrar el presupuesto del ejercicio 2011», advirtió Bustos.

La entidad municipalista también sugirió a la Generalitat que las ayudas que concede pasen a ser «incondicionales» durante al menos dos años y no supeditadas a las aportaciones de los ayuntamientos. «La mayoría de recursos están condicionados: yo te doy 50 si tú pones 50 más», explicó gráficamente Bustos.

En tercer lugar, la FMC reclamó a la administración autonómica que clariifique los recortes que piensa acometer en un solo paquete para que los ayuntamientos puedan hacer una previsión y no se encuentren con la desagrable sorpresa de una reducción presupuestaria no programada. «Si no será imposible hacer los presupuestos», argumentó Bustos. Por último, la FMC exige que la nueva legislación del Parlament no implique más gastos a los ayuntamientos.

La Generalitat, «receptiva»
Según la entidad municipalista, Ortega y Mas-Colell se mostraron «receptivos» a las reivindicaciones de la FMC que, según interpreta Bustos, también comparte la Associació Catalana de Municipis (la otra gran entidad municipalista). Pero Ortega tiene otra salida para aliviar a los municipios. Consiste en pasar la bola al Gobierno para que conceda una moratoria a la deuda que los ayuntamientos tienen con el Estado, fruto de las liquidaciones negativas que han registrado en el último ejercicio.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Ortega argumentó que no tiene sentido que los consistorios catalanes que pasan por una delicada situación económica tengan que afrontar estos pagos que son fruto de «un cálculo erróneo» del Estado.
Lo que nadie va a poder solucionar, de momento, es la caída en picado de los ingresos de todas las administraciones.