Lugo

El peregrinar de los Duques de Palma

Tras completar varias etapas, acudieron con sus hijos a la Misa del Peregrino

La Reina sigue la Copa del Rey
La Reina sigue la Copa del Reylarazon

«Es estupendo». Fueron las primeras palabras que pronunció Iñaki Urdangarín ante el arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, tras presenciar el vuelo del botafumeiro. Los Duques de Palma participaron ayer con sus cuatro hijos –Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene– y parte de la familia Urdangarín en la tradicional Misa del Peregrino en la catedral compostelana. Y lo hacían después de completar varias etapas del Camino de Santiago. Así el pasado jueves realizaron a pie un tramo de Palas de Rei (Lugo) a Arzúa (A Coruña), y anteayer remontaron el río Ulla, a través del cual, según la tradición, llegaron los restos del Apóstol a Pontevedra.

Lo que se presentaba en principio como una visita privada se convirtió ayer en un baño de multitudes para la Infanta Cristina y los suyos, que pasearon por la ciudad con el atuendo propio de los peregrinos del siglo XXI: pantalones desmontables, camisas y camisetas transpirables y zapatillas deportivas. La segunda hija de los Reyes iba sin maquillar, con una sencilla coleta y gafas de estilo aviador, y su esposo, con mochila al hombro.

Los Duques han pasado en Santiago el fin de semana que aglutina la mayor concentración del Año Jubilar: 12.000 mochileros católicos que participan en la PEJ (Peregrinación y Encuentro de Jóvenes) . «Está muy delgada y muy pendiente de los niños», comentaban unos peregrinos de Córdoba antes de que comenzara la eucaristía.

Y como cualquier peregrino, el cansancio también hizo mella en los hijos de los Duques. Así, la pequeña Irene se quedó dormida en el regazo de su padre durante la celebración, mientras Doña Cristina –con una rosa blanca en sus manos– explicaba a Miguel los diferentes ritos de la eucaristía. Los pequeños se mostraron algo inquietos e indisciplinados. Por eso su padre tuvo que llamarles la atención para que atendieran a las palabras del obispo y se sentaran correctamente.

Eso sí, cuando los tiraboleiros pusieron en movimiento el botafumeiro los nietos de los Reyes no le quitaron ojo y apenas pestañeaban. Doña Cristina y su esposo contemplaban el rostro ilusionado de sus hijos y les relataban el sentido del enorme incensario. Posteriormente se acercaron para contemplar de cerca la imagen del Apóstol y abandonaron el templo.

Numerosos jóvenes, sacerdotes y religiosas les detuvieron en su paseo posterior por las calles compostelanas para fotografiarse con ellos, poniéndoselo aún más difícil al equipo de seguridad de los Duques, preocupados por lo angosto de las callejuelas de la ciudad gallega. «Chiqui, espera a papá que se han quedado atrás», pedía una de las hermanas de Iñaki Urdagarín, cuando se dirigían al restaurante en el que almorzó toda la familia.


La Reina sigue la Copa del Rey
Doña Sofía ha sido una de las espectadoras de lujo durante la última jornada de la Copa del Rey Audi Mapfre. A bordo del yate «Somni» y acompañada de algunos amigos ha seguido de cerca la evolución de la regata, que se ha caracterizado por el gran trabajo de todas las tripulaciones.