Obama ultima un plan de 214000 millones de euros para crear empleo

Obama compensaría estos costes a corto plazo con la petición al Congreso de que aumente los impuestos dentro de su propuesta de recorte de déficit, que podría delinear la próxima semana. De esta forma, el presidente de EE UU espera convencer a los votantes de que tiene un plan de recuperación económica mejor que los oponentes republicanos, a los que se tendrá que enfrentar en las urnas en las elecciones presidenciales de noviembre de 2012.

Menos impuestos
La mitad del proyecto de estímulo del demócrata vendría del recorte de impuestos. Incluiría una extensión de la reducción del gravamen que pagan los trabajadores de sus nóminas y una nueva rebaja de la cantidad que aportan los empleadores. La ayuda directa a los gobiernos locales se dirigiría a frenar los despidos de los profesores y las personas que trabajan en los servicios de emergencia.

La propuesta al Congreso se anunciará en un discurso televisado hoy a las siete de la tarde (una de la madrugada en España). En un principio, se programó para ayer, pero se modificó después de que los demócratas accedieran a retrasar el discurso para que no coincidiese con el debate de ayer de los republicanos.

Aun así, desde la Casa Blanca se ha optado por programar la intervención dos horas antes del horario en el que suelen intervenir los presidentes del Gobierno. Hoy por la tarde se espera que el espacio de más audiencia sea la apertura de la temporada de fútbol americano en el país.
Obama pronunciará este discurso justo después de que haya crecido el descontento entre los estadounidenses sobre su gestión en la creación de trabajo y medidas económicas.

Una encuesta del martes, realizada por NBC News y «Wall Street Journal» revela que sólo el 44% de los estadounidenses está satisfecho con el presidente, tres puntos por debajo del último estudio realizado en julio. Pero, sólo el 37% aprueba su forma de abordar la situación económica.

Este anuncio se produce después de que el presidente se haya pasado gran parte del verano con luchas contra los republicanos para sacar adelante el proyecto del aumento de techo de deuda. Su acalorado debate tuvo en vilo a los mercados internacionales mientras Estados Unidos vio cómo S&P rebajaba la nota del crédito estadounidense. Con esta nueva propuesta, tendrá que conseguir que los legisladores, que entonces se opusieron a la subida de deuda, le apoyen con este nuevo gasto.