Sueño por María José Navarro

Con este calor no hay quien duerma, sobre todo si le toca a una un botellón al lado de casa. El botellón empieza en charleta y a las tres o cuatro de la mañana deriva en alaridos, risotadas y medio barrio despierto. Es el momento fatídico: si uno consigue volver a dormir rápido, bien, pero si no, asado de calor, da vueltas y vueltas o acaba teniendo sueños rarísimos, como servidora. Esta noche mismamente he soñado que España conseguía su primera medalla de oro en hípica gracias a la irrupción en la prueba de Curro Jiménez a lomos de un caballo blanco con manta serrana. Curro Jiménez, guapísimo y con patillas, saltaba todas las vallas en un periquete y sin penalización, saludando a los jueces con su gran sonrisa. Cogía su medalla y se iba, con el Algarrobo y el Estudiante, al partido de balonmano contra Francia. El balón despejado por Sterbik no acababa en gol porque Curro Jiménez derribaba al lanzador francés de un trabucazo; España clasificada. De ahí iban los bandoleros a la cancha de baloncesto, donde el Estudiante pasaba a ocupar posición de base y el Algarrobo de pivot contundente y con malas pulgas. El puñetazo del francés Batum a Navarro acababa en pelea multitudinaria con el Algarrobo pegando tortazos y Curro Jiménez, muerto de risa, tiraba rivales a un arroyo súbitamente brotado bajo el aro español. Definitivamente, el botellón y los Juegos Olímpicos acabarán con mi salud. La enfermedad ha acabado con la salud del gran Sancho Gracia pero, eso sí, no podrá nunca con Curro Jiménez. Sobre todo ahora que parece que Sánchez Gordillo quiere darle el relevo.¿Sabrá Cayo Lara montar a caballo?