Finanzas

Bancos famosos

La Razón
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Hay famosos anunciando todo tipo de productos y servicios, aunque lo peculiar en los últimos tiempos es la abundancia de famosos anunciando servicios financieros, como si los bancos y cajas buscasen en las caras conocidas aumentar la confianza y reconocimiento de los consumidores en estos tiempos complicados.

Tenemos así a Pau Gasol anunciando un depósito bancario del Banco Popular a «un tipo muy alto», juego de palabras tan simple que hace añorar el humor del «Barrilete cósmico», otro producto financiero de CajaMadrid que se apoyaba en uno de los motes de Maradona. Aparecen también las campañas de Pep Guardiola como «entrenador personal» propuesto por el Banco Sabadell; o la del periodista Fernando Onega como cliente del Banco Pastor, gallego como él. Por no hablar de Olga Viza y Matías Prats, que prestan su imagen desde hace años a ING Direct, que también anunciaba Fernando Alonso mientras fue su patrocinador. El piloto presta además su imagen a unas tarjetas y becas de Cajastur, y ahora sortea dar unas vueltas a un circuito de carreras con el Banco Santander. Rafa Nadal anuncia Banesto y Mapfre, mientras que su rival Roger Federer opta por Credit Suisse; e Iker Casillas se quedaba con los seguros de Grupama, atreviéndose incluso a desafinar en el spot. También su compañero Cristiano Ronaldo ha dado nombre a un depósito del Banco Espíritu Santo, que utiliza su fama para intentar aumentar su imagen en España. Y quizás recuerden el depósito Lopetegui del Banco Gallego, que aprovechó un desmayo del futbolista en televisión para hacer una campaña en tono de humor, diciendo que lo que había causado el desvanecimiento fue ver el alto interés que ofrecían.

Estamos llegando así a un punto en el que la imagen de cada entidad financiera se apoya en uno o varios famosos. Claro que es sabido que un famoso no garantiza en absoluto el éxito: una investigación de la revista norteamericana AdAge señala que en 2010 las campañas con caras conocidas tuvieron una eficacia inferior a la media; y aunque el 12% de los anuncios con famosos lograron un crecimiento del 10%, otro 20% tuvo consecuencias negativas para la marca, sobre todo por los deslices en su vida personal. Y ni siquiera hace falta eso: ¿Cuántos madridistas comprarán lo que aconseja Guardiola, y cuantos del Barcelona harán caso a Ronaldo?