Cambios en el PP

Desafío total por Agustín de GRADO

La Razón
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Zapatero no ha remodelado su gabinete para comunicar mejor. No habría procedido entonces al inexplicable nombramiento de un ministro que se manifiesta contra la reforma laboral que ahora tiene que defender. Tampoco para mejorar la gestión. Con siete gabinetes distintos en siete años y 23 ministros en la cuneta, su incapacidad para la gobernanza es ya proverbial.

Lo que ha hecho Zapatero es pertrecharse para una batalla electoral donde primará la propaganda, no la comunicación. Que se prepare ese PP que reduce su acción política a solazarse en encuestas favorables.

Saldado sin remordimiento alguno el peaje nacionalista para mantenerse en la Moncloa, Zapatero se dispone a jugar el partido decisivo. Y como el drama económico y su insolvencia para atajarlo seguirán sin permitir el «jogo bonito» con el que seducir al respetable, cambia de táctica y alineación. Más músculo para el cuerpo a cuerpo y turno para la política en estado puro. Así que fuera la paridad, las aídos y tanto capricho inane.

Campo libre para el jugador total por su habilidad para manejar los resortes del Estado y el entramado de intereses que medra con el PSOE. Rubalcaba. El más temido, por capaz. Convertido en presidente de facto y portavoz de un liderazgo en descomposición 14 años después. El hombre que exige a los gobiernos que no mientan cuando él no forma parte de ellos.

Negó los GAL, niega el chivatazo a ETA y ahora pilotará la negociación con la que Zapatero busca su página en la historia.
 

Agustín de Grado