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Qué enseñará Madonna en Barcelona

La cantante, que aterriza el martes en la Ciudad Condal, llega precedida por la provocación, una estrategia para mantenerse en primera línea

Qué enseñará Madonna en Barcelona
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Con todas la entradas vendidas para el primer concierto en Barcelona (el 20 de junio en el Palau Sant Jordi), y con pocos tickets a la venta para el segundo, también en la Ciudad Condal justo un día después, Madonna se presenta en España con la intención de defender en directo el trono de reina del pop y de demostrar que su último disco, el notable «MDNA», aún es capaz de entregar grandes canciones. Consciente que la condición de primera dama del pop «mainstream» no se consigue viviendo de rentas, la cantante norteamericana incluye nueve canciones del último disco en el repertorio actual de la gira, escapando del efecto nostalgia y demostrando una valentía al alcance de pocas divas de la actualidad.

Iniciales y éxtasis
«MDNA» es un disco que desde un buen principio ha estado rodeado por a polémica. Primero desde el título, un juego de palabras que, más allá de una abreviatura de Madonna, son cuatro iniciales que juegan al equívoco con el MDMA, una droga derivada del éxtasis relacionada con la cultura de club. Segundo; con la controvertida presentación del primer sencillo del álbum durante el descanso de la pasada Superbowl, cuando M.I.A., cantante invitada en «Give Me All Your Luvin», realizó una peineta ante millones de telespectadores (la cadena NBC tuvo que pedir disculpas ante lo sucedido). ¿Estaba pactado el gesto en busca de publicidad gratuita? ¿Es el nombre del disco una provocación en toda regla? Tras casi treinta años de carrera, y con una lista de escándalos de aúpa, es difícil no pensar que todas estas polémicas nos son más que el fruto de un buen trabajo de marketing de la asesoría de imagen de la firmante de «True Blue». La marca de fábrica de Madonna, además de los hits encarados a la pista de baile, es la provocación. Lo es por una razón clara: mantenerse siempre en primera línea informativa, y más todavía cuando hay nuevo disco y gira.

La nueva gira de Madonna, el MDNA Tour, vuelve a parecerse a una superproducción de Hollywood. Como si de una película de Michael Bay (el cerebro de la saga «Transformers») se tratara, cada segundo del concierto es un festival de luces, coreografía y fuegos de artificio varios, que uno no sabe muy bien qué parte del escenario mirar para no perder detalle. Mucho se ha dicho que en este tipo de macroconciertos lo más importante no es la música, y algo de cierto hay en ello.

Barroquismo escénico
Adquirir una entrada para un concierto de la neoyorquina es entrar en un parque temático donde el sentido de la maravilla y el barroquismo escénico lo es todo. La música es parte de la fiesta, pero no lo más importante. Como fan hay que dejarse llevar, y disfrutar de la experiencia como dos horas de escapismo conducidas por una presentadora de lujo, Madonna Louise Ciccone.
Los detalles del nuevo show están como siempre relacionados con el exceso, algunos dirían que casi obsceno en tiempos de crisis. El MDNA Tour, creado por la misma Madonna, es pasarela de moda, pista de baile y hasta tiene un momento teletienda. De la mano Arianne Phillips, la estilista personal de la autora de «Like aVirgin» durante los últimos veinticinco años, y con la colaboración de Jean Paul Gaultier, Brooks Brothers, Jeremy Scott & Adidas y marcas como Prada/MiuMiu, Dolce & Gabbana y Swarovski, están asegurados los cambios de vestuarios continuos y los decorados fastuosos. En lo correspondiente a la coreografía, más de veinte bailarines ofrecerán un concierto frenético lleno de bailes sudorosos y acrobacias. Y en cuanto al momento teletienda, la protagonista será la línea de ropa Truth Or Dare, propiedad de la cantante yanqui, cuyas prendas y zapatos serán llevados por esta última y los bailarines que la acompañarán en el escenario.

La salida de Warner
Al inicio de esta previa se afirma que Madonna intenta no vivir de rentas, pero eso no significa que en el «set-list» de la actual gira no recupere alguno de esos temas que todo fan sueña con escuchar en directo. La gran novedad en ese sentido es la inclusión de «Papa Don't Preach» en el repertorio, un rescate celebradísimo. Otros clásicos que con toda seguridad caerán en el Palau Sant Jordi son «Vogue», «Express Yourself», «Like a Prayer», «Hung Up», «Like a Virgin» y «Human Nature». «MDNA» será recordado además como el disco que marcó la salida de Madonna de Warner, su casa durante treinta años, y el primero bajo el amparo de Universal.
Aplicado al fútbol, sería algo así como un jugador del Madrid fichando por el Barça, o a la inversa. El disco, que también está co-editado por Live Nation, la empresa que organiza las giras de la norteamericana, abre una nueva etapa en la carrera de la cantante donde los beneficios económicos están más centrados en la venta de entradas, que en la de discos. Un cambio de la reglas del juego de la industria musical que Madonna ha sabido abrazar con inteligencia.

 

El detalle
LA NUEVA REINA DEL DESTAPE

El último capítulo referido a esa lista de incidentes controvertidos –pero quizás estudiados por su gabinete de imagen al dedillo– es la nueva faceta de la norteamericana como reina del destape. La liebre saltó en Estambul hace unos días, donde enseñó un pecho ante del delirio total del público. El striptease siguió pocos días después en Roma, donde mostró el trasero y un tanga de encaje negro. Vistos estos dos antecedentes, sólo la imaginación del fan español es el límite para adivinar qué parte del cuerpo puede enseñar.