Sevilla

El «miedo» barrera en la lucha contra la explotación sexual

«La esclavitud del siglo XXI». Así denominan algunos a la prostitución, drama humano en el que es fácil quedarse en la superficie sin prestar atención a cada caso particular, para descubrir que, por encima del mundo sórdido que la rodea, hablamos ante todo de personas que están padeciendo un tipo de violencia, que se agrava además por el hecho de que en la mayoría de ocasiones se trata de mujeres extranjeras en total situación de desprotección.

 
 larazon

Teniendo muy en cuenta esta circunstancia, en el Colegio de Abogados pusieron en marcha a principios de año una iniciativa pionera en España para ofrecer asistencia jurídica de forma gratuita a todas las mujeres sometidas a este modo de explotación que lo demandaran. Hasta el momento, son cuarenta y una las consultas que ha atendido este turno de oficio –al que se acogieron alrededor de 200 letrados–, que pone a disposición de la víctima un abogado con formación específica que les «ayude en el difícil trance» de salir de ese mundo «una vez que se atreven a dar ese paso». Así lo define José Joaquín Gallardo, decano del Colegio de Abogados, consciente de la magnitud de la problemática: «Nuestro objetivo es colaborar contra la trata de seres humanos, fundamentalmente mujeres extranjeras que están privadas de la libertad de decidir y están sufriendo una auténtica esclavitud por parte de las mafias». No en vano, el dato de que el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son víctimas de la trata con fines de explotación sexual no deja lugar a dudas.

Precisamente por la condición de indefensión de las víctimas –las redes traspasan fronteras y muchas son traídas en situación de engaño desde países del Este–, uno de los obstáculos más importantes a los que se enfrentan es el «miedo», la «inseguridad» de la víctima. En ese aspecto incide Amparo Díaz Ramos, coordinadora de este turno de oficio, quien confirma que «al igual que ocurre en los casos de violencia de género, salvo una actuación policial, estas mujeres pueden tardar años en denunciar».

«Hecho heroico»

Para Gallardo, «dar ese paso adelante se convierte en un hecho heroico» y «a todos nos corresponde ayudarlas a superar ese miedo, totalmente comprensible», labor que fundamentalmente llevan a cabo las ONG, encargadas de apoyar en un primer momento a las afectadas y de informarlas de este servicio jurídico creado para defender sus derechos. Un aspecto destacable a la hora de convencerlas de que hagan uso de él es que pueden acogerse a la ley de protección de víctimas y que los trámites para la obtención de letrado se llevan a cabo preservando siempre el anonimato de la solicitante.

¿Qué más se puede hacer? «Que la Policía responda, que los jueces actúen con celeridad,conseguir la condición de testigo protegido y que tras denunciar se legalice la situación de las que se encuentran en nuestro país de forma irregular» serían importantes avances en este sentido para el decano de los abogados.

Coordinación

Durante este casi primer año de vida, el turno ha desarrollado, sobre todo, una labor encaminada a coordinarse tanto con las instituciones que tienen responsabilidad en la materia como con las organizaciones no gubernamentales y religiosas que trabajan directamente apoyando a estas mujeres, «con un resultado muy positivo», según Amparo Díaz, que, no obstante, reconoce que «somos conscientes de que necesitamos abordar varias fases hasta que las mujeres víctimas de trata y explotación sexual lleguen a confiar en la Justicia».