Agencia Espacial Europea

Descubren en Titán nubes blancas como los cirros terrestres

Cualquier día es una jornada con mala calidad del aire en la mayor luna de Saturno, Titán. Cubierto por una bruma mucho peor que cualquier contaminación que pueda cubrir el cielo sobre Los Angeles, Pekín o el Londres de Sherlock Holmes, esta luna se parece a una pelota de color naranja sucio.

Descrita una vez como petróleo crudo sin azufre, esta niebla está hecha de pequeñas gotas de hidrocarburos mezcladas con otras sustancias químicas más nocivas. Por repulsiva que pueda parecer, Titán es la única luna en nuestro sistema solar con una atmósfera digna de un planeta. Este ambiente se completa con rayos, lloviznas y en ocasiones nubes con precipitaciones en forma de metano o etano, hidrocarburos que son mejor conocidos por formar parte del gas natural.

Ahora, nubes delgadas y finas formadas por partículas de hielo, similares a los cirros de la Tierra, han sido descubiertas por Carrie Anderson y Robert Samuelson del Goddard Space Flight Center de la NASA. Los resultados, publicados en la revista Icarus, se obtuvieron con el espectrómetro infrarrojo a bordo de la nave Cassini de la NASA.

A diferencia de la ya conocida neblina marrón de Titán, las nubes de hielo tienen el aspecto nacarado blanco de la nieve recién caída. Su existencia es la última pista sobre el funcionamiento de la atmósfera fascinante de Titán y su ciclo en un solo sentido que transporta los hidrocarburos y otros compuestos orgánicos hasta el suelo en forma de precipitación. Los compuestos no se evaporan para reponer la atmósfera, pero de alguna manera el suministro no se ha acabado todavía.

"Esta es la primera vez que hemos sido capaces de obtener detalles sobre estas nubes", dice Samuelson, un científico emérito en el Centro Goddard co-autor del informe. "Anteriormente, teníamos un montón de información acerca de los gases en la atmósfera de Titán, pero no mucho acerca de las nubes ñde alturaí."

En comparación con las nubes de metano y etano que se encuentran antes en la parte inferior de la atmósfera, estas nubes son mucho más delgadas y se sitúan más altas en la atmósfera. "Son muy tenues y muy fáciles de pasar por alto", dice Anderson, autor principal del artículo. "Su existencia solo fue sugerida débilmente en las observaciones realizadas por la Voyager 1 a su paso por Titán en 1980.