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OPINIÓN: Al ritmo de la yenka por Fernando NAVARRETE

España no puede seguir a remolque de lo que otros pidan. Un nuevo liderazgo político debe colocar a la sociedad española por delante de los acontecimientos

La Razón
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 Siguiendo la música que lleva algún tiempo sonando en el panorama económico español ayer tocó un paso adelante y todo apunta que el viernes seguirá otro en la tormentosa relación del Gobierno socialista con la inevitable agenda de reformas que debe llevarse a cabo en España. La experiencia reciente con el compás y los bailarines nos sugiere que en breve podrían llegar las dudas, los retrasos y los pasos atrás. No sería la primera vez pero esta vez podría ser la última. Haber llegado a esta situación de urgencia y gravedad es la consecuencia inevitable de un Gobierno sin un proyecto político para España. Un Gobierno forzado por las circunstancias a reinventarse a sí mismo a cada vaivén de las cotizaciones en los mercados o a cada declaración de un líder europeo o de un responsable comunitario.

España no sólo necesita medidas –que por supuesto las necesita en la dirección correcta– sino que necesita una visión y una estrategia para culminar de forma provechosa y fructífera un amplio proceso de reforma de las estructuras económicas del país. Unas reformas que redunden en el bienestar a largo plazo de los españoles, en la creación de empleo y oportunidades para todos y en facilitar una imprescindible movilidad social. No sólo hace falta reaccionar para evitar el colapso y la intervención. Hace falta liderar un proyecto político capaz de persuadir a la sociedad española para sacar lo mejor de sí misma en estos momentos de grave dificultad. Sólo así será posible poder ofrecer resultados (y no sólo promesas) capaces de sorprender a los inversores internacionales y a los que dentro de España pudieran haber perdido la fe en las capacidades de los españoles.

España no puede seguir a remolque de lo que otros pidan. Un nuevo liderazgo político debe colocar a la sociedad española por delante de los acontecimientos. Sólo ofreciendo y aplicando exitosamente reformas y ajustes más ambiciosos de lo que esperan los mercados y los potenciales «rescatadores» será posible recuperar la confianza y el crédito internacional y evitar así este constante «hacer la goma» a la cola del pelotón de Europa. Todo indica que en el próximo Consejo de Ministros del viernes se deberán aprobar medidas de mayor calado presupuestario y estructural que lo anunciado hoy. Entre otras, medidas en el campo de las pensiones y una aceleración del proceso de consolidación fiscal, so pena de volver a quedar por detrás de las expectativas. Pero incluso en este escenario «reformista» de un gobierno «transformista» cabe preguntarse cuál será el alcance duradero de unas nuevas medidas motivadas por la urgencia y que han carecido de todo esfuerzo de persuasión política ante la sociedad. La salida definitiva de la crisis requiere de un nuevo proyecto político que propicie reformas basadas en una buena economía. Reformas que tengan como centro de su actuación recuperar el potencial de crecimiento de la economía española.


Fernando NAVARRETE
Director de Economía y Políticas Públicas de FAES