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La mujer del puño cerrado

Salen a la luz una serie de documentos que reflejan la obsesión de Margaret Thatcher por el control en el gasto

Anotaciones de su puño y letra sobre las inversiones en reformas
Anotaciones de su puño y letra sobre las inversiones en reformaslarazon

Tal era la obstinación de Margaret Thatcher con el gasto en el número 10 de Downing Street que hasta decidió pagar de su bolsillo una tabla de planchar de 19 libras. No sólo se comportaba acorde con su apodo, «la dama de hierro», cara al exterior, sino que de puertas para dentro era aún más severa. En su idea de desembolsar lo mínimo posible criticó al personal de la casa por gastar cerca de 2.000 libras en reformas del palacio presidencial, según reflejan unos documentos oficiales, hasta ahora secretos, que han sido publicados este jueves. «Encuentro estas cifras imposibles de creer, preguntaré para obtener un informe más detallado», comentó a su equipo, que la temían cuando les llamaba a filas. Incluso, los ficheros dejan constancia de cómo al llegar a Downing Street, y ante la necesidad de comprar una nueva vajilla, ella ofreció utilizar la que tenía en su domicilio en lugar de comprar una nueva.

Parecidos razonables
Thatcher quiso dar ejemplo de austeridad y tener controlado hasta el más pequeño detalle de su consumo mientras ella estuviera al frente del Ejecutivo.

Resulta curioso que precisamente ahora salgan a la luz estos papeles, en un momento en el que los gobiernos se aprietan el cinturón por la fuerte crisis. Pero los paralelismos llegan aún más lejos: la Prensa británica subraya que, al igual que en 2011, en 1981, fecha en la que fue elaborado este archivo, también tuvieron lugar disturbios callejeros, recortes económicos y, la única buena noticia, una boda Real.

Para completar esta teoría de la moderación en el gasto, la semana que viene llegará a las pantallas españolas la película «La dama de hierro», protagonizada por Meryl Streep, en la que también queda reflejado que la primera ministra fue siempre una mujer muy ahorradora. Thatcher sigue siendo un ejemplo de austeridad y contención en el que muchos dirigentes deberían fijar sus miradas.


Control total
Thatcher, todos los días, elaboraba un informe de gastos. En la imagen 2 aparecen anotaciones de su puño y letra sobre las inversiones en reformas como: 25 libras en lavandería, 39 en el gasto de costuras de alfombras y 123 en pulir muebles.