Francia

La UE mira a EE UU para blindar el euro

La cúpula comunitaria viaja a Washington a una cumbre dominada por la sombra de los eurobonos y el rol del BCE

Mario Draghi preside un BCE mucho más débil que la FED
Mario Draghi preside un BCE mucho más débil que la FEDlarazon

Bruselas- La UE acude este lunes a su cita anual con EEUU en el momento de mayor debilidad de su historia. La crisis del euro ha terminado por descontrolarse esta semana, y el contagio de la desconfianza entre los inversores ya se extiende por todos los socios de la moneda común. Además, Alemania está más enrocada que nunca y no cede ni un milímetro en las soluciones vistas por analistas, comentaristas y políticos como la cura para salir del borde del barranco: una ambiciosa intervención del Banco Central Europeo (BCE) para calmar las aguas en los mercados de deuda como medida urgente, y la emisión conjunta de eurobonos a medio plazo.

Precisamente la delegación europea, que encabezarán los presidentes del Consejo Europeo y la Comisión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, y que se reunirá con el presidente Barack Obama y los principales miembros de su equipo, podrá extraer en su llegada a Washington lecciones de la propia experiencia estadounidense, pasada y reciente. Porque EE UU lleva algunos pasos de ventaja precisamente en los dos temas que más se atragantan a la canciller alemana, Angela Merkel.

Economía engrasada
La Reserva Federal se ha embarcado a lo largo de la crisis en varios programas de compra de deuda del país, lo que ha servido para mantener la economía engrasada al fluir la liquidez, ha relajado la presión de los inversores y no ha disparado la inflación, situada en un 3,5%, precisamente el gran temor histórico de los alemanes para autorizar una participación de los bancos centrales. Berlín impuso en el origen del BCE, dirigido por Mario Draghi, el control de la inflación como único mandato, para huir del amargo recuerdo de los años de la República de Weimar de la hiperinflación que prepararon el camino para la llegada de los nazis. Por el contrario, la Reserva Federal incluye en su mandato además del control de los precios el apoyo a una política orientada al pleno empleo, lo que le da más margen de actuación para estimular el crecimiento.

El comisario de Empleo de la UE, Laszlo Andor, propuso en una entrevista con LA RAZÓN el pasado lunes que los Veintisiete aprovechen la reforma prevista de los tratados para modificar el mandato del BCE, un tema llamado a dominar las conversaciones de la próxima cumbre europea del día 9 de diciembre.

Los europeos son conscientes igualmente de que pueden mirar al ejemplo histórico estadounidense para aprender sobre cómo caminar hacia una emisión de deuda conjunta. Porque, como recordó esta semana el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, los americanos también tomaron en su momento la decisión de compartir los riesgos y beneficios de títulos de deuda federal, en lugar de la de los estados.

Fue una situación de extrema debilidad la que también les empujó a tal decisión, en los primeros años de fundación del país en 1790. Tras una cena secreta organizada por el futuro presidente Thomas Jefferson, el federalista secretario del Tesoro, Alexander Hamilton, logró convencer al influyente delegado de la próspera Virginia, James Madison, de compartir la emisión de títulos, a cambio de instalar la futura capital del país en una zona en las proximidades de las tierras de Virginia, que luego sería Washington. «La diferencia es que nosotros lo estamos haciendo de una manera democrática y transparente, y no con una cena secreta», dijo Rehn durante la presentación de su propuesta para los eurobonos esta semana.

El momento de debilidad de la moneda común europea hoy es similar, presionado por la cuasi bancarrota de algunos de sus estados, como sucedió hace más de dos siglos en EE UU, y con la presión llamando a las puertas de la próspera Alemania. Una subasta de bonos alemanes esta semana sólo se salvó del desastre tras una compra masiva del Bundesbank, y su prima de riesgo superó por primera vez desde 2009 a la de Reino Unido, con un Banco de Inglaterra metido sin complejos en la compra de deuda de su país para ahuyentar a los especuladores.

El ánimo es lúgubre entre los alemanes que trabajan en la Comisión. Uno de ellos, con un puesto de responsabilidad, no esconde su pesimismo a su equipo, mientras que otro pone el ejemplo estadounidense para justificar la irracionalidad del miedo a la inflación.


Diferencias notables
Aunque los dos actúan como verdaderos bancos centrales, las diferencias entre el BCE y la Reserva Federal (FED) de EE UU son notables:
El BCE
En su origen, Berlín impuso al Banco Central Europeo el control de la inflación como único mandato. Francia y otros países quieren darle más poder, pero Merkel se opone de forma férrea.
La FED
La Reserva Federal tiene como mandato en EE UU el control de precios, pero también el apoyo a una política orientada al pleno empleo e inyectar liquidez en el sistema financiero.