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Josu Urrutia en la casa de los líos

Josu Urrutia en la casa de los líos
Josu Urrutia en la casa de los líoslarazon

En la línea de fuego; por María José Navarro
Envidio la suerte de los abonados del Athletic Club. Josu Urrutia puede que lo esté haciendo rematadamente mal, pero serán ellos los que decidan si ese hombre sigue al frente del club y serán ellos los que, con su voto, dicten el veredicto que le señale como máximo responsable de todo lo que le ocurre últimamente al equipo o le salven de la quema. Les envidio, insisto. Y envidio también que puedan discutirse sus actos sin que se ampare en que el club es suyo y que, por lo tanto, puede hacer lo que le venga en gana. Desde el que un día fue filial, el otro de rayas que reside en Madrid, envidiamos el aire limpio que cada poco puede entrar por la puerta de San Mamés y añoramos un palco con autoridad moral.
Urrutia, es verdad, está pasando por algunos de los tiempos más convulsos del Athletic. De las dos perlitas, una se ha ido a Alemania con un final de sainete. La otra permanece para esquizofrenia de la grada. Los millones ingresados o por ingresar, qué cosas, no le servirán de mucho o, mejor dicho, le tienden una trampa inmensa y letal porque todos los jugadores de la tierra aumentarán su precio a sabiendas. Y lo que es peor: ha fichado a un entrenador que levantó demasiadas expectativas y que tiene a la plantilla de los nervios. Dicen que ha sido Urrutia el que filtró el sermón de la montaña de Marcelo Bielsa porque le da la razón en que sus jugadores ya no representan los valores de ese club. Ojo con el míster. Es al único, finalmente, al que favorece sin sospechas que se haga público. Que no se olvide este detalle.

Pues será un pato; por Lucas Haurie
Si se hubiese presentado en la sala de prensa con las manos en los bolsillos, silbando y mirando al techo, el presidente del Athletic Club habría tenido más pinta de inocente. Resulta que el club desata una tormenta contra Marcelo Bielsa en medio de la cual se filtra la grabación de unabronca del entrenador a sus jugadores de hace cinco meses. Y no se filtra a un medio cualquiera, sino al muy peneuvista diario «Deia», el periódico de cabecera del muy peneuvista Josu Urrutia. Ahora se pone campanudo el mandamás porque insinuar que la orden de dejar al argentino con las posaderas al aire ha partido de la superioridad «raya la calumnia», pero en casos así el periodista debe acogerse a la máxima de Cronkite: si vuela como un pato, anda como un pato y grazna como un pato, probablemente sea un pato. Y hablando de ánades, en Suramérica dicen del criollo eso de «unpaso, una cagada, otro paso, otra cagada». Parecen describir elcomportamiento de ciertos dirigentes deportivos. Al mejor entrenador que ha pisado San Mamés en la última década, Joaquín Caparrós, se lo cargó Urrutia por maketo. Él no lo sabía, pero estaba comenzando a andar el camino que lo convertirá en el primerpresidente que descienda al Athletic porque no abundan los técnicos capaces de pacificar un vestuario como el suyo. Mucho menos, si antes de ficharlos tiene que chequearles el grupo sanguíneo para certificar que sus ocho bisabuelos nacieron entre el Nervión y el Bidasoa. Desprestigiar a Bielsa era sencillo, pero lo difícil viene ahora: encontrar a quien enderece ese desastre.