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Cultura a la luz de la luna

Telefónica propone para sus clientes visitas nocturnas a instituciones artísticas punteras

Cultura a la luz de la luna
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MADRID-Existe otra manera diferente de acercarse al saber y verlo con otros ojos. Y esa es la que promueve Telefónica a través de un programa pionero en España, «Viaje al Interior de la Cultura», gracias al cual ha hecho realidad la posibilidad de conocer de cerca instituciones culturales de primer orden de toda España, pero con una particularidad: en una visita nocturna que se realiza cuando las instituciones cierran las puertas al público. Este pograma acaba de poner fin a su tercera edición con el mismo éxito que las precedentes y prepara para este recién estrenado 2012 una cuarta. ¿Cómo se puede acceder a este iniciativa? La respuesta es sencilla: toda aquella persona que es cliente de Telefónica, tanto de telefonía fija como móvil, puede participar a través de la web www.telefonica.es/cultura en el sorteo de dos entradas en hasta tres instituciones distintas.De Norte a SurSe trata de una oportunidad de acceder al interior de museos, templos de la lírica, basílicas o monasterios acompañados de los mejores expertos que explican los aspectos más interesantes y desconocidos de cada una de estas joyas artísticas desde una forma personal y a través de una perspectiva atípica, de noche, lo que introduce a los visitantes en un ambiente reservado y al que habitualmente no se tiene acceso. Desde su inicio en 2009 se han realizado 106 visitas a 17 instituciones culturales repartidas por toda la geografía española. 300.000 personas solicitaron este mágico viaje y más de 6.000 clientes de Telefónica fueron los afotunados en vivir la experiencia. Durante la edición de primavera del año pasado las instituciones elegidas fueron la Casa de América, el Museo Nacional de Ciencias Naturales, el Teatro Real, la Biblioteca Nacional (en Madrid), la Basílica del Pilar (Zaragoza) y el Gran Teatre del Liceu (Barcelona). En otoño se visitaron el Museo del Prado, la Real Academia Española, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), el Palau de Les Arts (Valencia), el Museo Guggenheim (Bilbao) y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona).Tal ha sido la acogida de esta iniciativa, que en cada edición se trata de incluir una institución más para dar acceso a un mayor número de clientes, pero sin perder el objetivo inicial: que se convierta en un proyecto a largo plazo manteniendo su esencia y su carácter exclusivo. Además, las visitas reservan sorpresas a los participantes, visitando las entrañas de cada edificio, los espacios más ocultos en reducidos grupos de 60 personas. Proponemos empezar, por ejemplo, por una visita al Museo Guggenheim Bilbao, un centro que es en sí mismo una obra de arte. «Realmente ha sido increíble poder estar donde seguramente y dado el carácter de esta visita, no podamos volver a disfrutar, que es en el interior de un museo increíble y ver el trabajo realizado desde dentro», asegura un entusiasta visitante de Bilbao, testimonio al que se añade otro que hace hincapié en «poder descubrir otra forma de conocer un museo, amparados por la noche y el silencio con profesionales estupendos que atendieron con paciencia todas nuestras dudas y lo explicaron todo con el interés que sólo da la pasión por el arte». Diseñado por el arquitecto norteamericano Frank O. Gehry, el centro es uno de los cinco pertenecientes a la Fundación Solomon R. Guggenheim y se inauguró en 1997, convirtiéndose en el elemento más reconocible de la ciudad. Forrado de placas de titanio, presume de no contener una sola superficie plana en toda su estructura. No le hace falta: su forma recuerda a un barco plateado, amarrado en la ría vizcaína, en el que se reflejan los rayos del sol. El selecto grupo de sesenta visitantes puede acceder a las tripas de esta inmensa mole: conocer sus depósitos e incluso acercarse y «casi tocar» obras emblemáticas, como una de las más caras adquisiciones del museo, una pieza imponente de Cy Twombly. Cada recorrido cuenta con la voz de un experto que transmite sus conocimientos de forma didáctica. ¿Cómo no asombrarse ante el gigantesco ascensor del centro, uno de los mayores de Europa? Gracias a él se permite trasladar obras de arte inmensas. «Esto es un privilegio», es la frase más escuchada. ¿Cómo no quedarse atónito ante el taller de restauración, una de las zonas vedadas habitualmente al público?.Y cada pregunta halla su respuesta...


El MNAC, un tesoro para Cataluña
Una forma indispensable de conocer la cultura catalana en Barcelona es acudir al Palau Nacional, en Montjuïc. En él está la sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) que reunió en 1990 las colecciones del Museo de Arte de Cataluña y las del Museo de Arte Moderno. «La posibilidad de estas visitas nocturnas le aportan el plus de la magia y del silencio de la noche», aseguran desde el propio museo. Y añaden: «Es una manera de acercar la cultura a la gente» y «renovar el interés del público con respecto al patrimonio que conserva el Museo».


Un recital privado para 60 personas

En cada visita del «Viaje al Interior de la Cultura» hay lugar para la sorpresa, además de conocer recovecos y lugares a los que el público habitualmente no tiene acceso. ¿Se imaginan poder pisar el escenario del primer teatro de ópera de España? Esta experiencia es posible dentro de éste proyecto, como también lo es, la posibilidad de asistir a un concierto, una ópera en vivo o incluso degustar un tentempié en el salón de un lujoso palacio.