Mc Laren Honda

Refrigerio sin lista de espera

La Razón
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Nada que objetar a que a doña Leire Pajín le guste lucirse ligera de equipaje en estas fechas tan acaloradas del estío. Todo lo contrario, hemos descubierto gracias a ello de qué es capaz la dieta Dukan y también algunos espacios inimaginables para seres mortales como nosotros, de no mediar una instantánea como la que hemos tenido ocasión de contemplar en LA RAZÓN. Siempre admiré en la ministra su portentosa locuacidad. Ahora también su forma desinhibida de combatir el bochorno de julio. O sea, con un traje de baño nano-vanguardista, propio de las actrices de Hollywood. Al fin y al cabo ella es tan estrella de la pantalla como las demás. Y tiene derecho pleno al mismo refrigerio. Lo que ya no resulta tan estético es el uso que ha hecho de las instalaciones exclusivas del «Lazareto de Maó» como usufructo vacacional para ella y su progenitora madre. Cierto que lo disfrutan de manera habitual los funcionarios estatales del Ministerio. Pero cabe preguntarse por qué este privilegio de los servidores públicos, y por qué la ministra se apunta a la prerrogativa con tantísima alegría. Dicen que había cola para lograr un día de asueto en el magnífico enclave balear. Para doña Leire solo ha habido facilidades por un fin de semana completo. Por algo es ella la señora ministra y nosotros, simples ciudadanos sin cargo ni coche oficial alguno. En todo caso, indignados.