La Rioja
El tabaco no pero los porros sí
IU capitanea junto a Sanidad la «guerra» al humo por el daño que causa a la salud mientras jalea el consumo de cannabis. La reforma de la ley, repleta de contradicciones
La reforma de la Ley Antitabaco que el Gobierno ha impulsado en el Congreso nace envuelta en una nebulosa. Dirigida en principio a contrarrestar el consumo de cigarros en España y a colmar los vacíos de la normativa vigente, tanto el nuevo texto como el procedimiento para su aprobación presentan contradicciones que, a día de hoy, Sanidad no ha sabido resolver. Para empezar, uno de los grupos en los que Trinidad Jiménez se ha apoyado para iniciar la tramitación legal en aras de la mejora de la salud de los ciudadanos es IU. Este partido siempre ha defendido las virtudes terapéuticas del cannabis, y ha llegado incluso a pedir en sede parlamentaria, en 2007, la despenalización de su tenencia y consumo. Éstas son otras incongruencias de la reforma:Proposición y no proyecto Jiménez ha utilizado la fórmula de la proposición de ley, en lugar de la clásica del proyecto de ley, para impulsar la reforma. Arguye que lo hace en busca del consenso, pero omite una serie de datos. El procedimiento empleado le evita, por ejemplo, el mal trago de someter el texto al examen del Consejo de Estado, el Consejo Económico y Social, el propio Consejo de Ministros o el Consejo Interterritorial de Salud. Sortea así Jiménez la posición contraria a la norma que han mostrado todas las autonomías del PP y alguna del PSOE, como Andalucía, que teme una sangría electoral en las autonómicas por el enfado de los hosteleros. Si hubiera presentado un proyecto de ley, el debate habría sido más enconado y adverso para el Gobierno.Consenso peculiar Sanidad ha dejado la tramitación de la norma en manos de los grupos políticos porque, según dice, debe gozar de consenso. Sin embargo, sólo la respaldan en sus orígenes PSOE, IU, ERC e ICV, lo que no refrenda tal objetivo. En realidad, ha buscado un parapeto parlamentario ante las críticas: la reforma será ya del arco parlamentario, y no del Gobierno.Prohibición sin terapiasEl Ministerio de Sanidad defiende el veto total al tabaco como herramienta para reducir sus efectos nocivos en nuestro país. Sin embargo, sigue sin financiar terapias para dejar de fumar para aquellos que deseen abandonar este hábito, lo que rompe, en parte, el discurso oficial. Existe además el agravante de que las comunidades de Navarra y La Rioja sufragan con sus fondos los tratamientos, privilegio del que no gozan los ciudadanos de otras comunidades. No hay equidad.Pérdidas de los locales Sanidad ha negado por activa y por pasiva que su reforma vaya a desestabilizar aún más la maltrecha economía de los locales de restauración, y ha rechazado que vayan a perder clientes. Sin embargo, hace un guiño a los locales pequeños para que no sufran precisamente esas pérdidas, al permitirles la venta de tabaco mediante máquinas expendedoras. Si fumar es malo y prohibirlo no genera deterioro económico a los bares, ¿por qué concede esa licencia a sus propietarios?Clubes de fumadoresCon el cambio, no se podrá fumar en los bares. Sí se podrá, en cambio, en los clubes de fumadores que se constituyan, con el agravante de que no estará vetada la presencia de menores. Los críticos con Sanidad creen que éste es el medio empleado por Jiménez para calmar los ánimos sus autonomías y de los hosteleros, concediéndoles una vía de escape.Fumar al aire libre El Ministerio veta el tabaco en el interior de los locales, pero favorece una situación no recomendable para los menores. Con la entrada en vigor de la reforma, los niños verán a las puertas de los bares y restaurantes a grupos de fumadores practicando su hábito. Una visión que no desincentiva el inicio del consumo.El alcohol, noEl Gobierno sigue sin legislar contra otra de las grandes lacras de la salud pública en los menores. ¿Por qué el tabaco no y el alcohol sí?
ANÁLISIS. De bares a clubes para sortear la ley¿Qué diferencias existen entre iniciar la reforma de la ley del tabaco con un proyecto de ley o con una proposición de ley?–Si Sanidad hubiera acometido la reforma de la legislación vigente por medio de un proyecto de ley, el nuevo texto tendría que haber pasado por Consejo de Ministros y requeriría del dictamen de órganos como el Consejo de Estado, el Consejo Económico y Social y el Consejo Interterritorial de Salud, formado por los consejeros autonómicos de Sanidad. Con la proposición de ley, se ahorra estos engorrosos trámites y posibles críticas, al ir la reforma directamente al Parlamento. ¿Es razonable no financiar terapias para los adictos?–En este sentido hay opiniones para todos los gustos, aunque la bancarrota existente en la Sanidad le proporciona argumentos al Ministerio para rechazar la financiación. Lo que no es equitativo es que autonomías como Navarra o La Rioja sí paguen las terapias farmacológicas y el resto de España siga sin hacerlo, ante la pasividad del Ministerio.¿Podrán reconvertirse los bares en clubes de fumadores para sortear las nuevas prohibiciones establecidas por el Ministerio?–A falta de que se elabore el texto definitivo de la reforma con la participación de los grupos políticos, nada impediría a día de hoy esta reconversión, lo que constituiría una válvula de escape para bares y restaurantes ante la potencial pérdida de clientes.
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