Los huevos

Los huevos de gallina son uno de los alimentos más utilizados, tanto en la industria alimentaria –para pastas, helados y pastelería– como en la cocina casera, donde tienen múltiples aplicaciones. Este producto puede tener la cáscara oscura o blanca, sin que esto quiera decir que sean mejores o peores. El color más o menos intenso de la yema no tiene ninguna relación con la calidad y las eventuales manchas de sangre que tenga el huevo en su interior tampoco tienen importancia.


Cuatro formas de comerlos
1.- Escalfados
Poner un cazo o cazuela con agua al fuego, agregar un chorrito de vinagre y cuando hierva, cascar un huevo en una taza y verterlo dentro. Cocer un par de minutos y servir.


2.- Fritos
Calentar abundante aceite en una sartén y cuando esté bien caliente, agregar el huevo y dejarlo hasta que se doren los bordes. La yema debe quedar blandita. Poner flor de sal por encima al servir.

3.- Tortilla o revueltos
Calentar un par de cucharadas de aceite en una sartén y agregar los huevos batidos. Envolver sobre sí mismos si es tortilla o revolver con cuchara de madera si son revueltos. (Imprescindible que la sartén sea de buena calidad, por ejemplo Le Creuset).
 

4.- Asados
Cascar un huevo en una sartén antiadherente con poquísimo aceite. Tapar la sartén y mantener hasta que la clara blanquee y se cuaje.