Sao Paulo

Lula asume el mando de la campaña de su sucesora

Marcada por el dedo del presidente Luiz Lula da Silva, la dama de hierro brasilera, Dilma Rousseff, ha heredado su legado y su popularidad, pero en esta campaña no fue suficiente. El próximo 31 de octubre habrá segunda vuelta y su rival, José Serra, promete dar guerra.

Lula asume el mando de la campaña de su sucesora
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Escrutado el l00 por cien de los centros de votación, Rousseff reúne el 46,91 por ciento de los sufragios válidos contra el 32,61 por ciento de Serra, según informó el Tribunal Superior Electoral (TSE) en su sitio web.

Rousseff, que con este resultado queda perfilada como favorita para el balotaje, no logró superar al fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva, quien ganó en segunda vuelta las dos presidencias consecutivas que está a punto de terminar.
«Mañana va a comenzar la segunda etapa de esta elección, estamos acostumbrados a los desafíos, somos gente que se desempeña bien en los segundos turnos», dijo la candidata durante la conferencia de prensa porterior a los resultados.

También quedó claro que los dos candidatos pelearán por los votos «verdes» y Lula comandará en persona la campaña. El ex gobernardor de San Pablo buscará atraer a los votantes del Partido Verde, que dieron a Marina Silva el 20 por ciento de los sufragios. «Quiero felicitar a Marina Silva. Ella ha contribuido al juego democrático en Brasil», dijo Serra buscando seducir a sus simpatizantes. También el oficialista Partido de los Trabajadores intentará convencer al PV de que respalde su candidata.

En ese sentido, Silva ya dijo a la dirección de su partido, cercana al candidato Serra, que manifestará su apoyo dependiendo de las propuestas de gobierno de cada uno de los candidatos y que se decidirá en un plenario del partido. Una pronunciación de Marina en el sentido de dejar libre a su electorado sería una victoria para el Partido de los Trabajadores.

Mientras tanto, el presidente Lula se involucrará de lleno en la campaña para captar los votos de aquellos que respaldan su gestión, sobre todo la clase media, decepcionada con algunas medidas del Gobierno. La jugada del presidente llega después de comprobar que la imagen de la máxima candidata a la presidencia creció de forma significativa en agosto, después de que el actual mandatario se metiera de lleno en su campaña electoral.

Además, en la resaca electoral las encuestadoras revelaron que Dilma Rousseff mantiene su trayectoria de pérdida de apoyo en las últimas semanas. Aunque era la clara favorita a mediados de septiembre ahora tendrá que sudar la camisera para vencer a Serra. Segun las predicciones de Datafolha la mitad de los electores de Marina migrarían a la candidatura de Serra. Dilma recibiría el apoyo del 31 por ciento. Otro 15 por ciento votaría en blanco o anularían su voto. Un 3 por ciento respondió que todavía no ha decidido. Por tanto, hay pocos votos de indecisos.

La contienda queda así de cara al segundo turno: Dilma tiene el 53 por ciento de la intención de voto y Serra, el 39 por ciento. Pero en Brasil, con un mes de campaña por delante, todo puede pasar.