José Ramón Sandoval: «Al jugador le permitimos que se equivoque y eso hace que crezca»

Madrid- Dicen los que conocen a José Ramón Sandoval (Humanes de Madrid, 1968) que es tanta la pasión que pone en todo lo que hace que resulta muy difícil decirle que no. Sandoval convence porque cree en lo que cuenta. Así, entre él y el director deportivo, Felipe Miñambres, consiguieron armar un equipo competitivo por cero euros y tenerlo a un punto de Europa.

–¿Dónde tienen el límite?
–Yo no veo límites. Siempre creemos que podemos dar un poquito más. No nos conformamos nunca con lo que tenemos. La tenacidad es el vehículo que te lleva a la ambición y la ambición es el vehículo que nos ha traído aquí, a Primera División. Y ser ambiciosos es lo que hace que el Rayo sea tan descarado.

–¿Esa ambición hace que se planteen el partido contra el Madrid como un partido más?
–Sí, sí, por supuesto. Sólo son tres puntos y sabemos que son ganables. En el Bernabéu los seis goles del Madrid vienen precedidos de seis jugadas de estrategia. Si somos capaces de cometer menos errores vamos a estar en disposición de hacer daño al Madrid.

–Da la impresión de que Vallecas se les queda pequeño.
–Toda la gente piensa que Vallecas está hecho para nosotros, pero muchas veces las dimensiones del campo cortan nuestra filosofía del juego. En Primera los equipos vienen a encerrarse y encima tienen mucha calidad. Si a los jugadores les pido atrevimiento, eso hace que en cualquier error puedas perder el partido, como ante el Sporting.

–¿Cuesta convencer a los jugadores de que el Rayo, que es en teoría un equipo pequeño, tiene que mandar en los partidos?
–No, porque si al jugador le das el balón y le haces trabajar juntito a la hora de recuperarlo, es agradecido. Le cuesta menos asimilar eso que asimilar movimientos tácticos zonales. Al jugador le tienes que dejar que su instinto salga, que salga su atrevimiento. Si tú premias eso, al mismo tiempo le estás diciendo que si falla no le puedes sancionar. Al jugador le permitimos equivocarse y eso hace que el jugador crezca, porque les dejamos libertad. El fútbol es un estado de ánimo y si el jugador se encuentra a gusto, te va a dar más rendimiento. Nosotros no crucificamos los errores, los analizamos con ellos para que mejoren, no para echárselos en cara.

–¿Es el atrevimiento lo que les define?
–Nosotros intentamos jugar en tres cuartos de campo, pero del campo rival. El Barcelona tuvo un 57 por ciento de posesión contra nosotros y nosotros el 43, pero de ese 57 la mitad fue en su campo. La segunda vuelta de mis equipos es mucho mejor que la primera porque al principio me cuesta que el jugador capte la idea y no se crea que es una fantasmada lo que le estamos proponiendo. Al principio, el jugador va un poquito con el freno de mano echado por miedo de si le regaño, por si se falla. Cuando el jugador se acopla al sistema, se quita la careta, las segundas vueltas de mis equipos siempre han sido soberbias.

–Lo que vivió este club la temporada pasada ¿les unió más?
–No es que haya unido más al equipo, es que dimos una lección moral al mundo del fútbol. Un equipo sin cobrar, con todos esos problemas, las estadísticas dicen que normalmente pierde la categoría y nosotros no es que no la perdiéramos, es que ascendimos con tres jornadas de antelación. Hemos mantenido muchos jugadores del año pasado y el jugador que llega lo hace con la conciencia de querer hacer lo mismo del año pasado. Y se engancha porque ve los resultados, ve que funcionó. El jugador que entra nuevo se tiene que acoplar, porque si no, se le desplaza.

–Se obligan a estar a la altura.
–No hay tiempo para las dudas ni las justificaciones en este equipo. El que se queja y se justifica mal va. Aquí hay que tener la mente abierta y ser siempre positivo. Jugamos con una afición que lo da todo con el que se deja el alma en el campo, que tiene el perdón cuando falla. Por eso, el que se pone la camiseta del Rayo llega ya enchufado.

El Valor de Madrid
José Ramón Sandoval y Felipe Miñambres se enfrentaron a la temporada con el desafío de jugar en Primera y sin un euro para fichajes. Pero consiguieron fichar a futbolistas como Michu, que ya ha conseguido once goles, o Diego Costa, que lleva cuatro en tres partidos. «El Rayo no tiene dinero, pero tiene algo especial, que es Madrid, que es un escaparate. Madrid magnifica todo para lo bueno y para lo malo. El que viene es porque es valiente». porque cree en él y sabe que haciéndolo igual en otro sitio tiene que venir la suerte. Jugamos con una afición que lo da todo, que se entrega en cuerpo y alma con el que se deja el alma en el campo, que tiene el perdón de fallar. El que se pone la camiseta del Rayo Vallecano llega ya enchufado.