Elecciones
Sarkozy un «suicida» en plena forma
Si la moral de las huestes sarkozistas atraviesan horas bajas frente a un candidato socialista cada vez más revigorizado, la del presidente francés está por las nubes. Poco importa que sus dudas y la posibilidad de abandonar la política si pierde las elecciones, confesiones en forma de confidencia a un grupo de periodistas, se convirtieran en la portada de la Prensa hace unos días. Que los sondeos no le acompañen o la oposición utilice su balance como arma arrojadiza. Tiene todos los vientos en contra, pero Nicolas Sarkozy no se da por vencido. "La partida no está ganada de antemano", dijo ayer a los parlamentarios de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), reunidos en el Elíseo. Convocados para recibir la doctrina presidencial sobre las recientes reformas anunciadas en materia de lucha contra el paro y a favor de la competitividad de las empresas galas, pero también una dosis de ánimo ante una campaña en la que a diferencia de 2007, Sarkozy no parte como favorito.
Es más, en sus filas, hay quien opina abiertamente, como el diputado Lionnel Luca, que medidas tan impopulares como la subida del IVA a menos de tres meses de los comicios es enterrarse políticamente. "Dicen que soy suicida, pero el suicida en mejor forma de Francia", replicó irónicamente el líder galo, según uno de los participantes, ante unas tropas a las que consiguió enfervorecer.
Sobre todo después de asegurarles, en palabras de su ex ministra Chantal Jouanno, estar "más determinado que nunca"para encarnar una campaña presidencial llena de obstáculos, pero que cree posible ganar. "Si vuestro candidato consigue transmitir sus ideas, tenemos posibilidades de vencer", clamó en su todavía papel de "presidente-candidato-no-declarado". Una posición que incomoda a cada vez más miembros de su partido que le reclaman adelante la declaración de su candidatura, convencidos de que prolongar la ambigüedad tendrá perjuicios electorales.
Sin embargo, "Sarko"no parece contemplar cambio alguno en su calendario. "A veces la espera aumenta el deseo", respondió, pidiendo "paciencia"a quienes le apremian. "El momento no ha llegado todavía", zanjó. Aunque "la fecha se aproxima", dijo en la televisión el domingo recordando que el plazo máximo de presentación de candidaturas se ha fijado para el 16 de marzo.
Ante sus partidarios, el presidente francés justificó las nuevas medidas y no pudo evitar una andanada contra su futuro contrincante que, en plena crisis económica, "prefiere esperar a septiembre para tomar medidas"contra el paro. "Así dan ganas de votar por él", lanzó, cáustico, según uno de los presentes.