Prevención

Un estudio demuestra que la obesidad influye en la fertilidad

La obesidad también afecta al eyaculado, y lo hace negativamente. En concreto, los hombres obesos tienen 9 millones menos de espermatozoides en sus eyaculaciones que los varones con un peso óptimo. Un estudio del Instituto Valenciano de Fertilidad demostró que entre los hombres con un Indice de Masa Corporal (IMC) óptimo y los de un IMC de sobrepeso no existe una gran diferencia en la concentración media de gametos (entre 52 y 53 millones por mililitro), pero en el caso de los obesos, la concentración media queda en 44,8 millones. Por otro lado, otro estudio ha demostrado que la implantación embrionaria mejora «considerablemente» cuando las donantes de óvulos tienen entre 18 y 21 años. Ambos estudios se presentarán durante el Congreso de la Sociedad Española de Infertilidad (SEF) que tendrá lugar durante los próximos días 19, 20 y 21 de mayo en Valencia. Gabriel de la Fuente, ginecólogo de IVI Madrid y primer autor del trabajo «Influencia de la obesidad masculina sobre las tasas de gestación en ciclos de ovodonación», explicó que «aunque el estudio ha demostrado una relación entre obesidad y baja calidad seminal, las tasas de embarazo fueron similares entre los diferentes grupos estudiados». Según aclaró, «este obstáculo se salva al usar una técnica de fecundación in vitro», por lo que «queda por saber la repercusión que tendrá esta disminución de la calidad seminal sobre la fertilidad natural de una pareja». Durante el congreso, se presentará además un trabajo sobre factores físicos, titulado «Influencia de la edad de las donantes en los resultados del programa de donación de óvulos», que ha concluido que la tasa de implantación embrionaria en una fecundación in vitro con donación de óvulos aumenta significativamente si las donantes tienen una edad comprendida entre los 18 y los 20 años. En el estudio participaron un total de 995 mujeres de edades comprendidas entre 18 y 30 años, que donaron sus óvulos a otras 995 pacientes que emplearon sus gametos para someterse a un proceso de reproducción asistida. Los casos se dividieron con respecto a cinco franjas de edad. Los datos analizados fueron la tasa de gestación clínica (TGC) y la tasa de implantación (TI) sobre las receptoras. Se descubrió así que la TGC y la TI «fue considerablemente elevada en el grupo de receptoras con gametos pertenecientes al grupo de chicas de entre 18 y 21 años, mientras estas tasas de éxito disminuían proporcionalmente a medida que las donantes eran más mayores (chicas entre 31 y 33 años)», según explicó David Agudo, embriólogo de IVI Madrid y primer autor del estudio.