Nueva York

Rusia desafía a Obama y venderá misiles a Irán

El Kremlin considera que las nuevas sanciones no incluyen el acceso de Teherán a tecnología rusa de defensa antiaérea. 

Teherán emite por televisión todas sus pruebas de misiles
Teherán emite por televisión todas sus pruebas de misileslarazon

Al presidente Obama le faltó tiempo el pasado miércoles para comparecer ante los medios de comunicación después de la votación de sanciones contra el programa nuclear iraní en la reunión del Consejo de Seguridad Naciones Unidas. Pero ningún diplomático acreditado ante la ONU espera que Teherán recapacite sobre sus planes, desmantele su proyecto atómico o cumpla alguna de las condiciones de Washington sólo para integrarse en su lista de aliados.

Tras cinco meses de negociaciones, los representantes permanentes del Consejo de Seguridad –Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China– saben que tendrán que volver a reunirse para seguir con las intensas discusiones que sirvan para aplacar a las partes en conflicto.

Los intereses rusos, a salvoEste paquete de sanciones no estrecha el cerco a Irán como desea la Administración Obama. Moscú y Pekín se han ocupado de bloquear cualquier movimiento en contra de las industrias de petróleo y gas iraní, que es donde ambos países tienen importantes intereses. También se han asegurado la redacción de una resolución a medida de otros negocios que les unen a Irán. Así las cosas, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Andrei Nesterenko, desmintió ayer que la nueva resolución de Naciones Unidas prohibiese la entrega de baterías de sistemas antiaéreos con misiles S-300 al régimen de Teherán.

Esta intervención se produjo después de una filtración a la agencia ITAR-Tass que anticipó la congelación de dicho acuerdo. «Los sistemas de defensa antiaérea, a excepción de los misiles portátiles, no entran en la lista de la ONU relativa a las armas convencionales», explicó Nesterenko a los periodistas.

En el mismo sentido se pronunció el jefe del Servicio Federal de Cooperación Técnico Militar, Mikhail Dmitiyev, quien explicó que «las restricciones adoptadas (por la resolución aprobada en Naciones Unidas el miércoles) sólo se refieren a armas ofensivas. Pero hay muchos más asuntos en los que estamos trabajando con Irán», recordó Dmitiyev, en referencia a los diferentes contratos existentes entre los dos países.

En distintas ocasiones Estados Unidos e Israel han pedido a Rusia que no entregue este sistema de misiles a Irán, que aumentaría la capacidad de defensa del país asiático.

En Rusia no se olvidan de que fue Israel quien vendió aviones no tripulados de reconocimiento a Georgia. Además, también entrenó a sus militares justo antes de su conflicto con Moscú por la separación de la región de Osetia del Sur en el verano de 2008.

El contrato entre Rusia e Irán –de 650 millones de dólares– establece la venta de cinco sistemas S-300. Tienen un alcance de más 150 kilómetros y pueden interceptar aparatos de vuelo bajo y misiles balísticos.

Hace meses el Kremlin anunció un retraso en la entrega por «problemas técnicos» que no especificó. Pero parece que ya está dispuesto para cumplir el contrato con Irán. Entonces, este comunicado, que se hizo justo un día después de una reunión entre el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el de Rusia, Dmitri Medvedev, hizo saltar las alarmas en Teherán. Desde allí, no se vaciló en apuntar que el incumplimiento ruso «dejaría una impresión negativa en la memoria del pueblo iraní».