País Vasco

Ortega y Querejeta cierran la trilogía sobre la violencia de ETA

El director Eterio Ortega y el productor Elías Querejeta han cerrado el círculo de sus trabajos anteriores sobre el terrorismo de ETA con "Al final del túnel. Bakerantza", un documental que aborda el conflicto vasco desde el convencimiento de que el fin de la violencia está próximo.

Tras "Asesinato en febrero", sobre el atentado que acabó con la vida del socialista Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díaz Elorza, y "Perseguidos", sobre la vida las personas amenazas por ETA en el País Vasco, los dos cineastas han completado la trilogía con este filme, en el que dan voz a seis personas que, desde el nacionalismo, ofrecen visiones distintas del conflicto vasco.

Ortega firma también el guión de la película, basada en una idea original de Querejeta y que ha producido Alberto Rojo. Los tres la han presentado hoy en rueda de prensa, previa al estreno mañana en en la sección Especiales Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián.

Una víctima de ETA, otra de los GAL, la mujer de un recluso, un expreso, un exetarra aún encarcelado y un sacerdote cuentan sus historias personales y opinan sobre el problema de la violencia.

Son ópticas distintas, pero con un punto en común: todos ellos están de acuerdo en que la violencia sobra, ha explicado Ortega, que ha rehusado identificar a los protagonistas en favor de "una narración más cinematográfica", aunque se les pueda reconocer.

"Al final del túnel" comenzó a gestarse hace más de cinco años y ese proceso incluyó contactos de Querejeta con la izquierda abertzale, de los que extrajo la conclusión de que el camino hacia la paz no tenía marcha atrás.

El atentado de la T-4 cambio sus planes, pero siguieron con el proyecto en mente e iniciaron el rodaje del documental un año después, en diciembre de 2007.

Ortega admite que la situación en estos casi cuatro años ha cambiado y que el fin de ETA se ve ahora más cerca que cuando empezó a filmar, pero explica que esa evolución se manifiesta tanto en los protagonistas como en las imágenes del documental, para el que filmó los últimos testimonios el pasado mes de agosto.

Señala que no todos coinciden en el papel que desempeñó ETA en el pasado -unos defienden y otros rechazan su utilidad-, pero dice que ahora todos están de acuerdo en que ya no tiene sentido, que el dolor causado es inservible y que hay que encontrar formas de reconciliación.