Historia

Afganistán

Pura demagogia

La Razón
La RazónLa Razón

Es lógico que ayer el PP apoyara al Gobierno en la intervención en Libia porque Rajoy no puede comportarse como hizo Zapatero en ocasión parecida. Pero eso no significa que no constatemos la evolución zapateril en este ámbito. Porque el presidente del Gobierno abusó otrora del uso de una terminología pacifista que casa mal con la realidad a la que se ha de enfrentar como gobernante. No quedan lejanas algunas de sus expresiones más celebres, como «la única guerra que concibo es la que se libra contra la pobreza». Pura demagogia de quien pronto alumbró la frustrada propuesta de la Alianza de las Civilizaciones. En ocasiones los gobiernos democráticos tienen que salir en auxilio de poblaciones asediadas por la cruel persecución de dictadores dispuestos a exterminarlas.

Tiranos execrables a los que abrazamos, recibimos en la Moncloa, vendimos armas e hicimos grandes negocios con ellos. Zapatero estuvo contra la guerra de Irak, y no me pareció mal en origen porque aquel conflicto careció en su inicio del consenso internacional que hubiera sido deseable.

Pero se comportó de modo irresponsable retirando a nuestras tropas de una contienda que ya por entonces contaba con la autorización de la ONU. Y no puede uno hacer politiquería barata con el «no a la guerra», porque luego te puedes ver obligado a decir «sí a la guerra» hasta en tres ocasiones diferentes: Afganistán, Líbano y Libia.