Primeras impresiones por Josep Maria Fuster-Fabra

Hace algunos años, cenaba yo con un grupo de alumnos procedentes de la Universidad de Florida que hacen cursos para un programa conjunto con la de Barcelona, y les expresaba mis sentimientos mucho más próximos a cualquier hispanoparlante que a la mayoría de europeos. Intervino un excelente alumno de origen colombiano, y me digo algo que me hizo reflexionar «quizás sea así, pero si hay que contratar a un abogado para un tema internacional, a priori la gente se fía más de un alemán con pinta de alemán, que en mí, que soy colombiano e indígena».

Me quedé callado y pensé que tenía razón, por eso las primeras impresiones no siempre son las más acertadas y es necesario conocer las cosas para valorarlas de verdad.
Explico todo esto porque el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy no sólo me ha producido una buena primera impresión, lo que sería discutible, sino que además va avalada por magníficos currículums en lo intelectual y en la experiencia de gestión.

Los que ni vivimos la política, ni tenemos subvenciones, esperamos de ella que en vez de crear nuevos problemas solucionen los que se nos presentan y yo por lo menos tengo esperanzas depositadas en el gabinete de Rajoy. Al menos, por aquellos que conozco personalmente, que son Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz Gallardón, pondría la mano en el fuego o casi, porque esto de la política es muy raro y parece sólo apto para quien lo entienda.