Entrevista

35 años del robo del furgón por El Dioni: “Con la golfería que hay en este país, no tengo remordimiento de conciencia"

Hablamos con el otrora ladrón sobre su asalto y nos confiesa que ha sufrido un ictus que aún le mantiene preocupado

El Dioni
El DioniGtres

Se cumplen 35 años del polémico y mediático robo del furgón, perpetrado por Dionisio Rodríguez, conocido popularmente como El Dioni. El otrora ladrón (75 años) nos desvela que “he tenido un amago de ictus, un grave problema sanguíneo, me operaron para limpiarme una arteria que estaba obstruida, y ya me encuentro bien, pero el susto fue tremendo”.


Pregunta: ¿Cómo recuerda aquel robo que le lanzó al mundo mediático?


Respuesta:
Como si fuera un sueño. Ahora lo miro con otra perspectiva, entonces era muy joven y tenía unos impulsos, mientras que hoy, a mi edad, calibro mucho más los pasos que voy a dar.

P: ¿Se arrepiente de haber tomado aquella determinación delictiva?


R:
Pues no. Con la golfería que hay en este país, empezando por las altas esferas, lo mío se queda en una pura anécdota. Me entran ganas de robar otro furgón. Por lo menos, no tengo remordimientos de conciencia.

El Dioni en una imagen de archivo
El Dioni en una imagen de archivoGtres


P: ¿Cuál es su situación económica actual?


R:
Le repito lo que ya he dicho en otras ocasiones, no tengo ni un euro de lo robado, vivo gracias a mi pensión de jubilación, ya no canto ni hago bolos, esa parcela está de capa caída. No ando bien de dinero y me agobian las deudas… vivo de una pensión de 700 euros.


P: ¿Y qué ocurrió con los casi trescientos millones del furgón?


R:
Desaparecieron por el camino, yo me quedé con muy poco, me traicionaron las personas a las que les confié ese dinero.


P: Le vimos participando en “Acorralados” y en “Supervivientes”. ¿Entraría en otro reality?


R:
Claro, con tal de ganar un buen dinero, participaría sin dudarlo. Yo soy incombustible. Me atrevo con lo que haga falta.


En su vida personal, cuenta, “soy bisabuelo, tengo dos bisnietos de diez y doce años, y hago una vida muy familiar. Me conservo bien y de cintura para abajo estoy muy rejuvenecido, ja, ja, ja. No necesito pastillas para poner en forma el “muñeco”. Ese no me falla”.