Londres

Brown: «No habrá un retorno a los viejos tiempos» en Irlanda del Norte

El primer ministro británico, Gordon Brown, condenó hoy el asesinato la pasada noche de un agente de policía en Craigavon, en el sur de Irlanda del Norte, y aseguró que «no habrá un retorno a los viejos tiempos» en la provincia. «Estos son asesinos que tratan de distorsionar, perturbar y destruir el proceso de paz que funciona para la población de Irlanda del Norte», dijo Brown en una declaración en Londres. El agente murió 48 horas después de que dos soldados fuesen asesinados en la provincia en un ataque del IRA Auténtico (grupo escindido del Ejército Republicano Irlandés, IRA). El policía, cuya identidad no ha sido facilitada, fue tiroteado mientras investigaba una actividad sospechosa en el área de Lismore Manor, una zona de mayoría católica en Craigavon. En su declaración, Brown dijo que la población «no quiere el retorno de las armas a las calles» de Irlanda del Norte, «nunca se les permitirá destruir o perjudicar el proceso político». «No habrá un retorno a los viejos tiempos -insistió-. Mis primeros pensamientos están con la familia de un policía muy valiente que ha sido asesinado y con las fuerzas policiales». Un compañero del agente asesinato resultó herido en el tiroteo, ocurrido sobre las 21.45 GMT cuando ambos estaban en el interior de su coche patrulla. El jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), Hugh Orde, dijo hoy que los policías habían acudido en ayuda de una mujer asustada que denunció una actividad sospechosa en la zona. «Esto no impedirá que mis agentes y yo cumplamos con el servicio a las comunidades que pagan para la protección. Eso continuará de manera implacable», afirmó Orde. «Esto nos recuerda que un pequeño grupo dispuesto a perjudicar lo que es un enorme progreso político se está volviendo más peligroso», agregó el jefe del PSNI. El pasado sábado, dos soldados murieron y otras cuatro personas resultaron heridas en un ataque con armas de fuego perpetrado contra la base del Ejército británico de Massereene, a unos 25 kilómetros al norte de Belfast. Los soldados británicos fallecidos han sido identificados como Mark Quinsey, de 23 años, y Patrick Azimkar, de 21. Según los medios británicos, testigos del ataque indicaron que los terroristas se hicieron pasar por repartidores de pizzas que accedieron hasta la puerta principal de la base militar y dispararon cuando los soldados cayeron en la emboscada. El atentado ocurrió un día después de que el PSNI informase de que ha solicitado la intervención de los servicios secretos (el MI5) y las Fuerzas Armadas británicas para afrontar la creciente amenaza de facciones disidentes del IRA.