Conmigo no

Ahora resulta que el Gobierno de Rodríguez Zapatero y su partido, el Partido Socialista, convocan una «concentración» para condenar una nueva atrocidad del terrorismo nacionalista. En cuanto a otras acciones contra los etarras, el Gobierno de Rodríguez Zapatero se abstiene. No habla de ilegalizar a ANV ni al PCTV. Ni se propone revocar la autorización de las Cortes para que ese mismo gobierno negocie con los terroristas. Ni hay alguna referencia a la Ley de Partidos. Debemos entender por tanto que el Gobierno va a proseguir con la política seguida hasta hoy. Mano tendida a los terroristas, pactos y promesas, elogios de algunos de sus miembros más relevantes, tratamiento privilegiado para los presos etarras. Y todo con una segunda parte: acoso a las víctimas del terrorismo, campaña contra el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz e insinuaciones que no dejaban lugar a la duda: quienes nos hemos venido manifestando en estos años éramos escoria que merecía la burla, el insulto y la amenaza. Por si todo esto fuera poco, acompañan al gobierno en esta convocatoria los republicanos independentistas catalanes –los mimos que pactaron con los terroristas que los españoles, salvo los catalanes, fuéramos posibles víctimas del terrorismo– y organizaciones como Nafarroa Bai, PNV o Izquierda Unida, que tienen en común el odio hacia España. Comprendo que el Partido Popular no tenga más remedio que sumarse a esta «concentración», aunque no veo con exactitud a qué obedece. Salvo el PP y algún otro, ninguno de los demás convocantes se ha manifestado en este tiempo con claridad contra el terrorismo. ¿Qué nos están diciendo ahora? Por mi parte, me resulta imposible manifestarme con el partido de quien, habiéndolo pactado previamente con los terroristas, habló de los atentados como «accidentes trágicos». Lo siento, pero ese día recordaré en casa a Raúl Centeno y a Fernando Trapero, o acudiré a una iglesia a rezar, a rezar por ellos y por todos nosotros, incluidos los que van a «manifestar» su supuesta indignación cuando ya es tarde. Para ir juntos será necesaria una rectificación. De fondo.