Sevilla

Cortés puntúa de nuevo

SevillaSe lidiaron toros de la ganadería de Gerardo Ortega, bien presentados, destacaron el 2º y 3º, manejable el 6º, parados los demás. Más de media entrada en los tendidos de La Maestranza.-Uceda Leal, de botella y oro, estocada (vuelta); estocada (silencio).- Salvador Cortés, de nazareno y oro, estocada (oreja); estocada casi entera (silencio).- Pepe Moral, que tomaba la alternativa, de rosa palo y oro, pinchazo, estocada (saludos); media estocada (vuelta).

Cortés puntúa de nuevo
Cortés puntúa de nuevolarazon

Dice el refrán que el Corpus brilla más que el sol, pero ayer éste calentó de lo lindo en Sevilla. Tarde de calor, de alternativa, de reaparición y de homenaje a la Asociación de la Prensa, que cumple este año el centenario desde su fundación. Al medio día se inauguró el monumento a Manolo Vázquez ubicado en la acera de enfrente a la Puerta del Príncipe. Pero vayamos a lo que sucedió en el albero maestrante.

Uceda realizó al segundo una faena aceptable llevada sobre ambas manos, las primeras tandas sobre la diestra y luego con la izquierda, por donde se sintió más a gusto. El toro embistió con codicia y se dejó aunque la faena no acabó de coger vuelo, pero dejó constancia de su buen corte.

El cuarto a penas le dio opciones de lucimiento, pues llegó a la muleta sin desplazarse, soso y sin emoción. Planteó la faena por ambos pitones, con más voluntad que lucimiento. Eso sí, de nuevo una estocada de efecto rápido.

Cortés cuidó la lidia de su primero y realizó una faena maciza, aprovechando las buenas embestidas delanimal. Sobresalieron las tandas de naturales, llevando muy largo al toro, con temple y gustándose después de una serie diestra, en la que corrió con desenvoltura la mano. Estuvo muy bien de nuevo Luis Mariscal.

El quinto sacó dificultades, más acusadas ante un torero con secuelas del percance de Madrid. Estuvo dispuesto con un animal que se revolvía y que cabeceó. Al entrar a matar se notaron las molestias en su muslo que tras la estocada pasó a la enfermería.

Pepe Moral vio truncada la ilusión previa a su alternativa en un toro noble pero de poca fuerza. Más que poderoso tuvo que estar en cuidador el toricantano, ya que el toro se derrumbó en el primer muletazo, por lo que sólo pudo estar dispuesto. Al sexto también le faltó fuerza aunque el nuevo matador sacó provecho de la nobleza del animal para dejarle buenas tandas de muletazos, sobre todo con la derecha. El toro de la alternativa se llamó «Desertor», número 18 y de 492 kilos.