MADRID/italia- El Ejecutivo tiene ya casi rematado el «traje» financiero de Cataluña, a la que ha ofertado 3.100 millones adicionales para 2011. El patrón del nuevo modelo y su urgente aplicación están hechos casi al dictado de las exigencias que impone el Estatuto de Cataluña. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había prometido «un traje a la medida» de cada comunidad. Según aseguró ayer en L¿Aquila, donde participó en la cumbre del G-8, «todas las comunidades ganan porque todas recibirán más recursos». Zapatero afirmó que es un «buen modelo de financiación» y remarcó que «se había hecho un gran trabajo que merece un cum laude». Pero la dirección nacional del PP ya ha adelantado que su formación se opondrá al nuevo modelo. Sin embargo, asume que algunos de sus presidentes «cogerán el dinero» aunque voten en contra cuando se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Así lo adelantó el coordinador de Economía y Empleo, Cristóbal Montoro, quien aseguró que existe un amplio rechazo de sus comunidades al sistema de financiación porque «no hay ninguna que conozca el modelo ni la cifra que le corresponde». Además, vaticinó que sus barones votarán en contra pese a que desde la dirección nacional del partido «no habrá consigna». Por su parte, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, subrayó que el nuevo modelo «tendría que ser un pacto de Estado» y no fruto de acuerdos «partidistas». En este proceso «les va mucho a los españoles», ya que de ello depende que se garantice su igualdad, con independencia de la región en la que cada uno viva. Desde el PP han llegado incluso a acusar al Gobierno de «oscurantismo» en la renovación del sistema. El consejero madrileño de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, afirmó que en la Consejería que dirige no se han recibido por parte del Gobierno «ninguna» llamada ni «ningún» documento referido al nuevo modelo, a pesar de que la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) se mantiene para la próxima semana. Además, las cifras del «sudoku» no encajan. Antonio Beteta se siente «incapaz de cuadrar» los 9.000 millones de euros adicionales que propone el Gobierno para hacer frente a la financiación autonómica, si 3.000 de ellos los reciben los catalanes. Baleares dijo que el «acuerdo actual» no es suficiente y por ello «no lo firmaremos». Y los extremeños esperan aún conocer el «mapa completo» del modelo.