El último «servicio» del fiscal Molina

La presumible condena a la mayoría de los 52 procesados es una victoria «póstuma» del fiscal Enrique Molina, el mayor experto en la lucha antiterrorista que tenía en sus filas la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Molina abandonó su puesto recientemente para dedicarse al ejercicio de la abogacía después de encabezar durante muchos años, junto al juez Baltasar Garzón, los principales golpes judiciales a la banda terrorista y su entorno. El «macroproceso» contra el presunto entorno de ETA ha sido su última intervención como representante fiscal, 15 largos meses, con tregua de por medio, en los que bregó con el ingente material probatorio y salió airoso de las dilaciones de las defensas.