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Antonio Jiménez: «En España la radio es más plural que la TV»

«En España, la radio es más plural que la TV»
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Aunar radio y televisión, y que la fusión sea un éxito. Ése ha sido el gran logro de «El gato al agua», el programa que dirige y presenta cada noche Antonio Jiménez en Intereconomía. Como ha hecho siempre a lo largo de su carrera (puede vanagloriarse de haber pasado por las cuatro emisoras con más oyentes del país: Ser, Onda Cero, Cope y RNE), su responsable apuesta para ello, a lo largo de dos horas, por diseccionar la actualidad política española, acompañado de cuatro contertulios que se juegan en cada espacio el honor de ser el «preferido» de la audiencia, recibiendo un premio por ello.

 

-Parece que cada vez más gente oye los maullidos de su gato...

 

-La verdad es que vamos viento en popa. Hace tres años, cuando empezábamos, siempre saludaba con la pregunta: ¿hay alguien ahí?, y ahora ya tenemos un acumulado de más de un millón de espectadores.

 

-¿El gato sólo araña al Gobierno?

 

-Araña a todo el que se deja arañar. Somos críticos contra el poder, menos acomodaticios que otros, y llegamos a un sector de público necesitado de valores y principios desde el punto de vista informativo.

 

-Algunos dicen que hay ya demasiadas tertulias políticas...

 

-En España, donde la radio es más plural que la TV, hay tertulias radiofónicas por la mañana y por la noche pero de sesgo distinto, y todas podemos convivir perfectamente. En TV había un desierto y una demanda de espectadores que no encontraban un programa que satisfaciera sus gustos de compartir temas de calado.

 

-¿Qué perfil busca a la hora de elegir tertulianos?

 

-Periodistas que se expresen libremente. En mi programa no hay cortapisas, y lo mismo hay políticos del PSOE que del PP, que ex políticos de izquierda o de centro-derecha.

 

-¿Y eso del premio final no puede abrir heridas entre ellos?

 

-Es un juego establecido porque la interactividad es lo que singulariza el programa. A lo largo de los tres años nadie se lo ha tomado mal. Algunos están acostumbrados a no llevarse nunca el premio y lo asumen de buen grado.

 

-¿Le gusta tener más telespectadores o radioyentes?

 

-La verdad es que yo trato de comportarme igual ante las cámaras que ante los micrófonos, aunque he descubierto que la fuerza de la TV es mucho mayor. Eso sí, a mí me satisface que me reconozcan no por la popularidad sino porque puedan felicitarme por el trabajo. Mi vanidad, a estas alturas, ya la tengo cubierta de sobra.

 

-¿Intereconomía es un buen escaparate para dar el salto a una TV con mayores audiencias o es la TV del futuro?

 

-Es el futuro de la TDT. En Intereconomía se ha apostado por la información, y por ello en TV ahora se puede dar una respuesta continua en el acto, algo que hasta ahora venía haciendo la radio.

 

-¿Ahora mismo interesa más la economía o la política?

 

-La economía es algo más valorado por la audiencia que el patio de vecindad política, que puede interesarnos más a los periodistas pero tiene menos proyección. Lo que demanda la gente son cosas que le interesan, no frivolidades.

 

-¿Son buenos tiempos para el periodismo?

 

-Son mucho peores que hace 20 años o hace dos, porque hay crisis y es el peor momento para encontrar trabajo. Estamos condicionados por las nuevas tecnologías, que han hecho que perdamos el valor de la calle en busca de noticias. Ahora cada vez hay más gente en las redacciones, se ha perdido la frescura y el picante de la profesión, aunque en parte seguimos siendo el cuarto poder.

 

-¿La supresión de la publicidad en TVE puede ser la gallina de los huevos de oro para el resto?

 

-Me parece que todas podemos coger parte o migajas. Que TVE no meta publicidad no me preocupa, sí que paguemos los ciudadanos, vía impuestos indirectos, todo lo que deje de ingresar. Se puede hacer buena TV sin grandes presupuestos.

 

-Supongo que ahora hasta agradecerá el haber tenido que dejar «Buenos días», en Radio 1...

 

-Tengo una deuda pendiente conmigo mismo. Fueron dos años extraordinarios, pero los condicionantes políticos pudieron con los profesionales. Pese a las presiones, no descarto el volver.

 

-De momento, donde sí parece haber sitio es en la Cope...

 

-Ahí estuve 10 grandes años y no me veo ni me dejo de ver, porque la sustitución de Losantos y Vidal será una decisión empresarial.

 

-Y su gato es de los que parecen tener siete vidas...

 

-Dios quiera que sea así. Nos queda el reto de saber cómo respondemos al apagón analógico, que va a marcar el devenir de los próximos años al competir todos en la misma banda.