José Garrido: «Estos bocadillos deberían llamarse al estilo Pelay Correa»

La Feria ofrece distintas alternativas a cada paso que se da en el Real. Una de ellas es la gastronomía de «combate» como ayuda ante las ingestas de fino. Están el «pescao frito», las tortillas de patatas y los pimientos, triada de honor indiscutible del paladar feriante. Pero a las afueras de la ciudad efímera de aglomerado y magnesio, hay una serie de establecimientos que se salen de la norma habitual en cuestiones culinarias. El trianero José Garrido está al frente de uno de ellos, que se dedica a los bocadillos de jamón a la catalana. Plato estrella «aunque la gente no se lo crea», afirma Garrido con orgullo. Los que no pueden permitirse tener a un camarero al lado que te ofrece al instante platos de jamón y de gambas, peregrinan a estos puestos «para acabar con el hambre que aflora después de haber bebido durante varias horas». Pan, tomate y jamón. Sólo falta la barretina y un poco de nostalgia para comerse uno de estos y pensar que se es uno de los «charnegos» que fueron a Cataluña a buscarse la vida. Como en Santa Coloma de Gramanet, pero con los pisos de Los Remedios al fondo de las casetas. Lo mismo. En realidad, después de tantos años, estos bocadillos no deberían llamarse a la catalana, sino «al estilo Pelay Correa, que para eso yo nací en Triana», grita Garrido, que siempre busca un hueco para tomarse una cervecita tras hacer más de «quinientos bocadillos en una noche». «Yo soy socio de una caseta y tengo mi sitio para disfrutar, que también hace falta cuando se trabaja». Se mete de nuevo en la cocina para organizar el corte del tomate y el jamón y echar el aceite, aunque no es el único manjar que se puede probar: chorizos criollos, pimientos asados, conejo a la plancha... Otra forma de entender la Feria de Abril, nada raro pues la inventaron, como bien se sabe, un vasco y un catalán.