Roma

Fernández de Kirchner sucede a Kirchner

Para Fernández, «Kirchner va a seguir siendo presidente» pero la que tendrá que tomar las decisiones será ella.

La Razón
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Buenos Aires- «Tanto monta, monta tanto». Comienza la era Cristina sin que se vislumbren grandes cambios. Sólo el tiempo dirá si durante los próximos cuatro años, la presidenta se decide a recoger lo sembrado por su marido, Néstor Kirchner, o por el contrario introduce cambios sustanciales que le den un toque femenino a Argentina.

En cualquier caso la toma de posesión de hoy, a la que asistirá el Príncipe Felipe además de la mayor parte de dignatarios iberoamericanos, supone un hito en la historia argentina. El único antecedente de una mujer en la Presidencia de la República se remonta a 1974, cuando la viuda de Juan Domingo Perón, «Isabelita», llegó al poder tras la muerte de su marido. La pareja había sido elegida como presidente y vicepresidenta en 1973. La presidencia de «Isabelita» terminó con el golpe militar del 24 de marzo de 1976.

Por otro lado, las comparaciones con la otra mujer del general, Eva Perón, son ineludibles. Cristina llega al poder gracias a una ley promulgada por Evita en 1951, que permitió votar a las mujeres y también las habilitó para ser candidatas. Sin embargo, Evita nunca fue medida en votos. Se veía a sí misma como una subordinada de su esposo y nunca aspiró a la Presidencia.

Una extraña pareja

Para Cristina no será fácil desprenderse de la sombra de su marido. «Para mí, Kirchner va a seguir también siendo presidente», dijo este sábado en un breve discurso tras la toma de posesión de Mario Das Neves, el gobernador reelecto de Chubut. «Nunca creí que llegaría a este lugar», confesó.

Por su parte, el presidente saliente se ha encargado de resaltar las cualidades de su esposa. Para despedirse de la prensa eligió, por primera vez, un lugar apartado de los ruidosos pasillos de la Casa Rosada. En un salón discreto de un hotel del centro porteño, dejó bien claro que no se irá de la política aunque su primer monólogo apunta a fortalecer el inminente debut de Cristina: «Ella va a ejercer un liderazgo indiscutible». En cuanto a su futuro, LA RAZÓN planteó al presidente saliente dudas sobre la sombra que podría proyectar su figura en el futuro Gobierno y sobre la disciplina del peronismo para acatar a la mujer. «Olvídense de mí por un tiempo largo», respondió tajante.

Distinto de Perón

El caso de Juan Perón, para Kirchner, es harina de otro costal. «Cristina y yo formamos una pareja que trabaja de lo mismo, que habla de las mismas cosas y que usa una lógica parecida. No existe ninguna posibilidad de competencia. Ella tuvo mucha incidencia en mi Gobierno, pero nunca salió de un segundo plano. Ahora ocurrirá lo mismo, pero el segundo plano será mío», describe.

Sin embargo, nadie espera ver en los próximos tiempos al doctor Kirchner entregado a la tarea de cuidar malvones en Olivos o de acompañar cada día a su hija Florencia al colegio. Las vicisitudes del manejo del país, aunque sólo sea porque su esposa lleve trabajo a casa, no le serán ajenas. Al menos eso es lo que todo el mundo da por seguro en Argentina. Sobre todo, porque el que más y el que menos piensa que lo de irse del poder, en el caso de Néstor Kirchner, es una verdad a medias. La búsqueda de una perpetuación dinástica en 2011 y, quién sabe, en 2015 es más que probable. Una posibilidad denunciada por la oposición durante la campaña electoral y que ahora va cobrando peso.