Las españolas se liberan de las tallas

Madrid- La lucha por entrar en una talla 36 o los problemas para que quede bien un traje de chaqueta y pantalón, ambos de la 40, tienen los días contados. Eso es, al menos, lo que pretende el Ministerio de Sanidad y Consumo. Después de elaborar el primer estudio antropométrico de la población femenina española, en el que han participado 1.415 niñas y mujeres de 12 a 70 años procedentes de 59 ciudades, ha llegado a la conclusión de que las tallas del futuro tendrán cuatro dígitos.

Las cifras corresponderán a la altura, perímetro del pecho, de la cintura y de la cadera. Así que, si en la actualidad hay 15 tallas (incluidas las pequeñas y grandes), en el futuro habrá 60, cuatro por cada una. Además, el sistema de patronaje de la ropa deberá ser «más preciso». Porque, según revelan los primeros datos del estudio, la mujer española poco tiene que ver con los maniquíes que exhiben las tiendas. Lo demuestra el hecho de que más del 40 por ciento de ellas asegure que alguna vez tiene «problemas» para encontrar las tallas adecuadas cuando van de compras. La mayoría, aseguran, porque las prendas son demasiado pequeñas.

Para empezar, no hay un solo tipo de cuerpo femenino: hay tres principales. El modelo «diábolo», en el que casi hay simetría entre el contorno del pecho y el de la cadera, con una cintura más estrecha que ambos, es el predominante: el 39 por ciento de la población responde a este estereotipo. Le siguen el modelo «cilindro», en el que se encuadra el 36 por ciento de la población, y el «campana», el de las mujeres que tienen un perímetro de caderas más grande que el del pecho. Éste es el modelo que corresponde a otro 25 por ciento de las españolas.

«Los modelos atlético, pícnico y leptosómico, que se aplican al hombre, no sirven para la mujer», aseguró el ministro, Bernat Soria, durante la presentación del estudio.

Más altas

En cuanto a la altura, la media de la mujer en nuestro país es 162,3 centímetros, una cifra que ha crecido dos centímetros en las dos últimas décadas. El estudio también revela que el 86,1 por ciento de la población femenina presenta un peso «normal» para su estatuta (el 56 por ciento), de acuerdo con los estándares de la Organización Mundial de la Salud, o bien presenta un ligero sobrepeso o una delgadez leve. Sólo un 11 por ciento de las españolas pueden considerarse obesas y un 1,4 presenta delgadez moderada o severa. El perímetro de pecho varía entre los 83,4 centímetros de las más jóvenes a los 102 de las mayores.

El modelo femenino español podría ser, por tanto, el de una mujer de 1,62 de estatura, con un peso de entre 50 y 75 kilos y un contorno de pecho de 90 centímetros (los datos sobre cintura y cadera no están incluidos en los resultados preliminares del estudio).

Pero todo varía con la edad. Mientras que entre los 12 y los 30 años predomina el modelo «cilindro», entre los 40 y los 60 el más habitual es el cuerpo de «diábolo» y después de esa edad, el de «campana». Además, «la delgadez extrema aparece más en las jóvenes y la obesidad, en las personas mayores», según explicó Soria.

Con todos estos datos, Sanidad se propone derogar el sistema de tallas actual, que lleva vigente desde el año 1972. Soria espera llegar «a un convenio acerca de los códigos, que se traducirá en una norma». No está claro si será un decreto o una orden ministerial pero, en cualquier caso, no será antes del plazo de un año. «Llevaremos este estudio a la Unión Europea», señaló el ministro, que pretende contar con el resto de países de la UE para consensuar el nuevo sistema.

También en hombres

El próximo paso que pretende dar el Ministerio es elaborar un estudio similar para medir a los hombres. La investigación, que ha costado a las arcas públicas 1,5 millones de euros, es la primera que se hace en el mundo con estas características y ha tardado un año en completarse. Los últimos cuatro meses se han dedicado a llevar a cabo las mediciones por toda España, tomadas con una cabina especial que recoge los parámetros de 120 puntos clave para medir el cuerpo en sólo cinco segundos. Una «fotografía» de las españolas, en palabras del ministro, que servirá, si no se queda por el camino, para dar un giro completo al sector de la moda en nuestro país.