Cataluña

Los nacionalistas critican la pitada pero se amparan en la libertad de expresión

Los nacionalistas critican la pitada pero se amparan en la libertad de expresión
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La minoría nacionalista que, silbato en mano, pretendía enturbiar la final de la Copa del Rey, ha sufrido una aplastante derrota. Ayer, la inmensa mayoría democrática se desplegaba por la banda para hacer una defensa a ultranza del himno nacional y de lo que representa. Pero no sólo hubo tarjeta para ellos. Televisión Española se llevó la roja por no emitir en directo el momento de los silbidos. Tras el pitido final se desató una marea de críticas.

Uno de los primeros en reaccionar fue el líder del PP, Mariano Rajoy, quien aseguró que «la inmensa mayoría de los españoles están con el Rey, con España y con el himno». La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, censuró la pitada de una «minoría» que «no entiende ni de fútbol ni de política». A las críticas desde las gradas populares se sumó el candidato a las europeas, Jaime Mayor Oreja, quien aseguró: «Sin exagerar, me produce una enorme tristeza».

Tomó el testigo desde el Gobierno la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, quien aseguró que se trata de un hecho aislado que «no empaña» el respeto a la Monarquía, que como «dicen las encuestas, es una de las instituciones mejor valoradas».

Desde el otro lado del campo, ERC y CiU. Ambos criticaron los abucheos, si bien defendieron que se trata de una manifestación de la libertad de expresión. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida sostuvo: «Hay una parte de Cataluña que también se identifica con estos símbolos», al tiempo que alegó que había un público muy joven «que se expresa con más inconformismo» y donde el independentismo tiene mayor calado. Su «homólogo» de ERC, Joan Ridao, admitió que tampoco le gustaron los pitidos, pero pidió «no rasgarse las vestiduras» ya que, apuntó, se trata de una manifestación de la libertad de expresión. Junto a ellos, el diputado de IU Gaspar Llamazares, quien consideró poco «afortunado» que el público «silbe mientras suena el himno y a una persona que representa institucionalmente a este país». No obstante señaló que España es «un país libre».

El secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, afirmó que este episodio «sólo le interesaba» al Partido Popular. El catalán aseguró que los que silbaron «se equivocaron», ya que esa actitud «proporciona munición a los adversarios de la convivencia de Cataluña», al tiempo que defendió lo que, a su juicio, «es una expresión de la libertad de opinión».

«Ahora se puede pitar»

Desde el País Vasco, el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, consideró «lamentable» el griterío. «Fue una manifestación de una minoría muy radicalizada». Mientras, el senador del PNV Iñaki Anasagasti aprovechó para recordar que «cuando se celebraba la Copa del Generalísimo, no podía pitar nadie». «Ahora se puede pitar y la gente pita», sentenció.

Por otra parte, la Federación Española de Fútbol aseguró ayer que no tiene potestad para intervenir y que no multará a ninguno de los dos clubes por silbar durante el himno nacional. Algo parecido sucedió en el último partido internacional disputado en el Santiago Bernabéu ante Turquía. La afición española silbó ante el himno turco, pero no fue sancionada por ningún organismo internacional.