Mengual

Es una de esas paradojas que forjan el carácter español, estamosrodeados de agua pero se nos da fatal nadar. En piscina y en alta competición, ver a un nativo en el pódium es una extravagancia, como en su día fue aquella medalla de bronce de David López-Zubero en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Fue ponerle un micrófono en la boca y caer en la cuenta de que este joven, nacido y criado en Estados Unidos, hablaba el castellano peor que Michael Robinson, y eso es mucho decir. Su hermano Martín hizo una proeza parecida en Barcelona'92 y tuvimos la misma sensación: aquellas medallas eran de prestado. Los chicos lucían nuestro escudo pero eran más estadounidenses que Roland McDonald. Pasaron los años, las decepciones y la indiferencia hasta que llegaron sin armar mucho ruido las chicas de la sincronizada. La audacia es propia de los ignorantes y pensábamos que era pura estética: unos bañadores de diseño, unas coreografías más o menos pintureras y sonreír mucho... Ya, pero resulta que hacen movimientos y giros que yo, no sé ustedes, primero me tendría que encontrar el músculo con el que se realizan para siquiera poder intentarlo. Una de ellas, Gemma Mengual, ha logrado más de treinta medallas entre mundiales, Juegos Olímpicos, europeos... No hay ningún deportista español con similar palmarés. Nadal, Alonso... ¿Para cuándo el Príncipe de Asturias del Deporte para Mengual?