Sevilla

Miguel Carcaño se somete a una prueba psicológica de más de tres horas

El asesino confeso de Marta del Castillo fue increpado tanto a la salida como a la entrada por numerosas personas, entre ellas varios de los amigos de la víctima

Miguel Carcaño, asesino confeso y principal imputado por ladesaparición y muerte de la joven sevillana Marta del Castillo sesometió a una nueva prueba psicológica durante tres horas y media,ordenada por el juez de Instrucción número 4 que investiga el caso, Francisco de Asís. Carcaño llegó a los juzgados procedente de lacárcel de Morón de la Frontera sobre las 9.25 horas --estaba citado a las 9.30 horas en la clínica forense--, y a su entrada en los juzgados fue increpado por un grupo de personas, entre ellas dos amigos que se dirigieron al presunto asesino de la joven sevillana al grito de 'Hijo de puta, mira a la cara'. No fue hasta las 10.00 horas cuando comenzó la nueva pruebapsicológica, que es la segunda, después de que el pasado 2 de julio y por espacio de unos 40 minutos se sometiera a la primera parte delexamen psiquiátrico en la clínica forense ubicada en los juzgados del Prado, todo ello con objeto de conocer pormenorizadamente sus facultades mentales. A la salida se encontraba un amigo tanto de Marta como de Miguel, Juan Pablo Marín, que en declaraciones a los periodistas antes de que concluyeran las pruebas señaló que el objetivo de su presencia en los juzgados del Prado era "verle la cara a uno de mis amigos, pues Miguel era amigo mío y de Marta". "He ido para él flechado por la impotencia que tengo, que es demasiado", apostilló. Asimismo, tras indicar que conocía a Miguel desde hacía tres años, Juan Pablo se refirió a la "fría"mirada de éste y resaltó el hecho de que dos amigos suyos hayan venido a verle, ya que "hasta ahora todo el que ha venido no lo conocía de nada y pasaba", resaltando el hecho de que "el habernos visto a nosotros no se le va a olvidar nunca en la vida". "No sé lo que le habrá dado a Miguel para hacer lo que hizo, nuncame imaginé que pudiera hacer algo así", aseveró, añadiendo que "era celoso, demasiado, pero con nosotros nunca se ha pasado porque lo poníamos en su sitio", aunque a Marta "la tenía enfilada y la manejaba como quería". Además, Juan Pablo puso de manifiesto que, en los últimos días antes del crimen, Miguel Carcaño "quería volver conMarta, ella dijo que no y eso probablemente le llevó a hacer lo que hizo", todo ello al tiempo que aseguró que "de loco no tiene nada, sabe perfectamente lo que ha hecho", refiriéndose a la nueva prueba psicológica. Por último, pidió a Miguel Carcaño "que diga dónde está"el cuerpode la joven sevillana "y no juegue con nosotros, porque está jugando y no aguantamos más", recordando que este mes es el cumpleaños de lajoven "y no sabemos ni que hacer". Por su parte, un amigo de la familia, Javier Medina, señaló que lo realizado por Miguel "fue unacto de cobardía"ante el que "hemos sentido dolor, tristeza, pena,impotencia y rabia", confiando en que el joven "sienta vergüenza ydolor y por fin hable", al tiempo que dijo que la prueba psicológica "es una argucia y una pataleta de los abogados".La abogada de Miguel Carcaño, que permanece cautivo desde el pasado 16 de febrero, ya explicó que su petición correspondía a un examen psiquiátrico que habrían de practicar dos médicos forenses a su cliente al objeto de conocer pormenorizadamente sus facultades mentales, dado que Miguel Carcaño protagonizó el pasado 26 de marzoun intento de suicidio en la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla), donde varios presos impidieron que le joven acabase con supropia vida. En concreto, el principal imputado por la desaparición y muerte deMarta del Castillo se sirvió de un cordón de su chándal para intentar ahorcarse mientras se ausentaba para ir al servicio antes de la horade cena del citado centro penitenciario. Un interno del centro le encontró colgado de dicho cordón y dio la voz de alarma para evitarla muerte del joven, actuación derivada del Protocolo de Prevenciónde Suicidios (PPS), que implica que el joven está permanentementeacompañado por un 'interno-sombra' para garantizar su seguridad.