«No soy el presidente de los obispos ese papel le corresponde al Papa»

Madrid- «Asombrado y agradecido por la expectación despertada» comparecía ayer en rueda de prensa el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela. En torno a las 12.40 horas de la mañana, el cardenal, acompañado por el secretario y portavoz de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino –recientemente nombrado obispo auxiliar de Madrid– y por el responsable del departamento de comunicación, Isidro Catela, el cardenal hacía su entrada rodeado de una nube de cámaras, fotógrafos y periodistas acreditados para el evento.

Durante su primera intervención como nuevo presidente, en una rueda de prensa que no admitió preguntas, el cardenal afirmó que los relevos en la presidencia de la CEE «pertenecen a la normalidad de su vida y de su crecimiento», recordó que es miembro de la Conferencia desde hace 32 años y que, como tal, ha sido «testigo de muchos relevos». Afirmó también que en el cambio en la presidencia de la CEE «predomina una categoría que, por otro lado es muy evangélica, que es la del servicio».

«Es importante subrayar también –prosiguió el cardenal–que el presidente de la Conferencia Episcopal no es el presidente de los obispos, ni el presidente del Episcopado, ni el jefe de los obispos, ni el cabeza del Episcopado, eso lo es el Santo Padre, el obispo de Roma», recordó. «Cada obispo es autónomo en su diócesis, y su relación jerárquica se establece con el Papa, no con la Conferencia y menos con los cargos», matizó, antes de valorar su nueva etapa al frente de la Conferencia Episcopal.

A continuación, Rouco Varela realizó una reflexión sobre el significado del cargo para el que ha sido elegido: «El servicio de la Conferencia es de comunión entre los obispos, es decir, para conseguir que nuestras diócesis funcionen dentro de nuestro país, teniendo en cuenta las necesidades de los fieles y de la sociedad en general, intentando llevarles el Evangelio a todos», afirmó. «El servicio de un presidente de la Conferencia es tratar de ayudar a que todos los obispos de España, a través del trabajo de nuestras diócesis, obren de tal forma en comunión de afectos, intenciones y de propósitos, para que se nos note mejor a todos», añadió. «Por lo tanto –prosiguió el prelado– la relación de la Conferencia con la sociedad, con la comunidad política y las autoridades es de colaboración leal, pensando en el bien común», afirmó.

Respecto a las relaciones con el Gobierno, Rouco Varela citó dos documentos del Concilio Vaticano II, entre ellos, el que señala que la libertad religiosa guía las actuaciones de las Conferencias Episcopales.
Antes de finalizar, Rouco Varela volvió a expresar su «asombro y agradecimiento porque la renovación de los cargos de la CEE y la elección de su presidente haya tenido este eco tan importante en los medios de comunicación» y se mostró confiado en que esto sea una «señal de las posibilidades de la buena comunicación de la Iglesia con la opinión pública». Según informó el responsable de comunicación de la CEE, el nuevo presidente mantendrá una rueda de prensa, esta vez con preguntas, en fechas próximas.