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Panorámica de San Martín de Valdeiglesias

Parte del recorrido se realiza por una vía pecuaria, la Cañada Real Leonesa, que une Castilla con Extremadura.

La Razón
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MADRID- La senda que proponemos discurre por la zona este del municipio de San Martín de Valdeiglesias. Tomar la vía de circunvalación M-40 y en el kilómetro 36, coger la salida en dirección a la carretera M-501, hacia Boadilla del Monte, y posteriormente dirección San Martín de Valdeiglesias. Dos kilómetros antes de llegar a Pelayos de la Presa, se cruza el puente de San Juan, y acto seguido en el punto kilométrico 50,200, se desvía a la izquierda una pista que conduce a la depuradora de picadas, donde se inicia el recorrido.

De camino a la senda se recomienda visitar el Centro de Educación Ambiental «El Águila», situado en el término municipal de Chapinería que forma parte de la Red de Centros de Educación Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Esta ruta forma parte del programa de educación ambiental, donde se detallan una serie de sendas ecológicas.

Se inicia el recorrido en las proximidades de la estación depuradora de las Picadas, que está a dos kilómetros antes de llegar a Pelayos de la Presa, por la carretera M-501. Al cruzar el puente de San Juan, procedentes de Madrid, giramos a la izquierda, y enseguida vemos el panel informativo de la senda. Este camino coincide en parte, con el cordel del puente de San Juan que es una vía pecuaria, perteneciente a la Cañada Real Leonesa rama Oriental, que comunica las dehesas extremeñas con los prados montanos Leoneses. Prácticamente la mitad del recorrido discurre por el cordel.

A los pocos metros desde el inicio, comienza el ascenso que durará hasta prácticamente la mitad del recorrido. Se recomienda realizar paradas para contemplar la panorámica del núcleo urbano de Pelayos y sus alrededores.

Se puede observar que la morfología del terreno está caracterizada por las fuertes pendientes, para el control de los procesos erosivos en estas laderas se ha repoblado la cubierta vegetal, obteniéndose formaciones boscosas de pino piñonero y resinero. Paralelo a la cañada discurren algunos arroyos y encontramos dos charcas artificiales donde se remansan. Este tipo de formaciones favorecen el establecimiento de especies de fauna y flora muy distintas de las presentes en el pinar y encinar circundantes.

Abandonamos el cordel por una desviación que se encuentra a la derecha y está bien señalizada, y continuamos por una pista forestal que bordea por el oeste la cima del cerro Valdenoches. Este enclave con 902 metros, constituye un mirador excepcional desde donde puede contemplarse una panorámica del valle de San Martín de Valdeiglesias, donde las áreas más bajas están ocupadas con los cultivos agrícolas y los núcleos de población, y las más agrestes presentan aprovechamiento forestal.

Comenzamos el descenso por la ladera de umbría, hasta encontrarnos con un vivero forestal que se oculta en el pinar de pino resinero. El vivero produce «in situ» plantas para las repoblaciones de la zona, esto representa una ventaja, por la mejor adaptación a las condiciones climáticas y edáficas.

Continuamos la senda, hasta llegar a la desembocadura con la carretera de Cadalso a Pelayo, no tiene mucho tráfico, pero aún así se deben extremar las precauciones. Pronto se llega a las primeras casas del municipio de Pelayos, donde un nuevo desvío señalizado, nos conduce entre viñedos y hasta llegar al núcleo urbano.