Salir de la depresión

Se sabe que este Real Madrid es otro, un Madrid que ha recuperado el color, blanco, después de unos años donde se consiguió lo imposible: desteñirlo. En vías de recuperar el tono, un tímido Florentino Pérez llegó a la casa de LA RAZÓN acompañado por Fernando Fernández Tapias. Recibido por el presidente del periódico Mauricio Casals y el vicepresidente del Grupo Planeta, José Creuheras, el presidente del Real Madrid era consciente de que, sin llegar a la expectativa de Cristiano Ronaldo, sus palabras, y sobre todos sus intenciones, eran esperadas por un aforo lleno de madridistas, culés, atléticos... y madrileños, sobre todo, porque todos comentaban que el renacimiento del club puede dar un impulso a la candidatura de Madrid 2016. Como reconocimiento tácito a esa realidad, acudieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, escoltada por el vicepresidente, Ignacio González, el vicealcalde Manuel Cobo, la Teniente de Alcalde, Ana Botella, y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez –que tuvo un momento para comentar la jugada (política) con Ana Pastor y Gador Ongil–, y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. La estrella: Di StéfanoPero si Florentino Pérez era el más escuchado, no en vano era el protagonista de la velada, el más venerado fue Alfredo di Stéfano, que llegó como siempre, sin darse importancia, y que, con la misma actitud, el hábil delantero se dejó placar por los periodistas para afirmar sobre los fichajes: «Bueno, este club no le pide dinero a nadie». Si alguien duda de la atracción que despierta un jugador de fútbol sólo había que ver con que respeto, cercano a la solemnidad que da saludar a un mito, se acercaron a darle la mano José Luis Álvarez del Manzano, el diputado del PP, Gabriel Elorriaga, o el vicepresidente de Antena 3, Maurizio Carlotti, con el que compartió primera fila. Florentino Pérez estuvo arropado por su directiva y por su noble adversario en el terreno de juego, el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo. Otros atléticos de pro como Salvador Santos Campano, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, y el presidente de Onda Cero, Javier González Ferrari, que en el turno de preguntas dio muestras de madera de periodista y también de atlético que observa con prevención a su vecino del Bernabéu.El proyecto del nuevo Madrid fue introducido por Alfonso Ussía, madridista confeso y crítico cuando procede, con la frase más precisa de todas: «Nos ha sacado de una profunda depresión». Y en esas estamos. Al auditorio casi le faltaba coger apuntes sobre este proyecto deportivo y empresarial –tanto monta, monta tanto, y se habló y mucho del montante de la extraordinaria inversión que está haciendo el club–, sin perder ripio. El diputado del PP, Vicente Martínez-Pujalte –futbolero tan convencido que hasta participa como accionista en el Levante– escuchaba atentamente el armazón sobre el que se asienta el pasado y, sobre todo, se proyecta el futuro del Real Madrid, al igual que el secretario general de FAES, Jaime García Legaz, la presidenta de Hispasat, Petra Mateos, o Edmundo Rodríguez. Al finalizar el acto, esta vez sí, Florentino Pérez se dejó querer por los periodistas. Más distendido, charló con el director de La Sexta, Antonio García Ferreras, el director de Informativos de Telemadrid, Agustín de Grado, el director de «Tiempo», Jesús Rivasés, o el director de deportes de Intereconomía, Josep Pedrerol. Salieron nombres de futbolistas y fichajes, pero el presidente del Real Madrid se cuida muy mucho de hablar de lo que todavía no ha cerrado. En ese sentido, su boca estuvo sellada. Como buen empresario, y también estuvo arropado por muchos de sus colegas, y hombre de acción, vale más por lo que calla que por lo que cuenta de más... y ahora mismo, Florentino Pérez habla lo justo: de una realidad que genera ilusión, y que sólo falta apenas un mes para que se convierta en la certeza, un equipo con hechuras de ganador.