Dublín

Stone condenado a 16 años por el intento de asesinato de Adams y McGuinness

El paramilitar protestante Michael Stone fue condenado hoy a 16 años de cárcel por el intento de asesinato de los líderes del Sinn Fein, Gerry Adams y Martin McGuinness, durante un ataque frustrado en el Parlamento de Belfast en noviembre de 2006.

El juez instructor justificó hoy su decisión de no decretar la cadena perpetua alegando que las acciones del paramilitar no provocaron «lesiones graves» y que sus problemas de salud (sufre una enfermedad muscular degenerativa) le postrarán en el futuro en una «silla de ruedas», por lo que ya no representará una amenaza para la ciudadanía.
Stone, de 53 años, también fue declarado culpable de portar explosivos de fabricación casera, una pistola de imitación, un garrote, tres cuchillos, un hacha y objetos susceptibles de ser usados con fines terroristas.
Durante el juicio, la defensa del paramilitar afirmó que todo «fue un montaje artístico» y que su cliente «nunca» trató de causar daño, un argumento que el magistrado calificó hoy en su sentencia de «carente de toda credibilidad y contradictorio».
«Estoy convencido de que el señor Stone fue a Stormont (castillo que es la sede de la Asamblea de Irlanda del Norte) para intentar asesinar a los dos líderes del Sinn Fein», añadió el juez instructor, quien impondrá una condena el próximo mes.
Tras escuchar el veredicto, Stone, vestido con su habitual chaqueta y pantalones vaqueros, gritó que la decisión judicial es «una concesión más» a los republicanos.
Su irrupción hace dos años en Stormont provocó la evacuación del edificio, donde se debatía la formación de un Gobierno de poder compartido entre el mayoritario y radical Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Fein, segunda formación de la provincia y brazo político del ya inactivo IRA.
El paramilitar fue reducido ante las cámaras de televisión en las mismas puertas giratorias de Stormont por los guardias de seguridad, a los que, según la acusación, también trató de asesinar.
La Fiscalía recordó durante el proceso que Stone confesó a la Policía norirlandesa tras ser detenido que su intención era «entrar en la sala de debates, buscar los asientos de Adams y McGuinness, detonar varias bombas para crear confusión y cortarles la garganta». Siempre según la acusación, en su declaración ante la Policía Stone dijo: «considero a Adams y a McGuinness como criminales de guerra republicanos. No se merecen entrar en el Gobierno. Eso sería como prostituir la democracia».
El paramilitar, ahora escritor y artista de poco éxito, es una leyenda viva para los terroristas unionistas desde que en 1988 asesinara, delante de los medios de comunicación, a tres personas que asistían a un funeral del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en la capital norirlandesa. No obstante, el verdadero objetivo de aquel atentado era, de nuevo, matar a Gerry Adams y a Martin McGuinness.
Stone fue condenado a cadena perpetua por aquel crimen, pero salió de la cárcel en virtud de la amnistía concedida por el Gobierno británico a los presos paramilitares tras la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998).
Desde el fallido ataque en Stormont, su amnistía ha sido revocada por la Justicia norirlandesa y ha permanecido en la prisión de Maghaberry para cumplir el resto de su cadena perpetua, 30 años según establece la legislación norirlandesa.
Sin embargo, los medios de la provincia opinan que Stone podría quedar en libertad en unos 18 años.