Un trabajador llamado Villa

No sucede casi nunca y le ha tenido que pasar al «Guaje». Al final va a resultar que sí, además de estrellas, los futbolistas, por mucho Villa que te apellides, son unos trabajadores que también tienen que estar al albur de las decisiones de su jefe. El nuevo presidente del Valencia, Manuel Llorente, ha abortado su fichaje por el Real Madrid a última hora por intereses, por supuesto, empresariales y estratégicos. Pero su actuación no ha sido la correcta. No lo digo alborotada por un rencor merengue: me parecería igual de mal sea con el Madrid o con la Ponferradina. A un jugador como Villa, ejemplar dentro y fuera del terreno de juego, no se le puede manosear como a un cromo. Se entiende que el Valencia no quiera perder a su mejor jugador, pero no era prescindible tantas dudas. Y es que los «coitus interruptus» en el sexo como en la vida sólo traen frustraciones y desconfianza de que no te vuelvan a dejar sin consumar en otra ocasión. Es como en las parejas: dudo mucho que Villa confíe ya en su relación con el Valencia. Tengo la sensación de que le va a poner poco entusiasmo. Aunque no le falte vergüenza torera para pisar el área, le faltará convicción simplemente porque dudo que se crea ya su historia con la directiva del Valencia y así... lo más sensato es dejarle marchar, como a las relaciones cuando ya están heridas de muerte. Prolongar la agonía está de más y casi siempre resta más que suma.Mientras, Florentino Pérez hace bien al quedarse al margen. Sabe que la posición de amante siempre es incomodísima y trae muy mala fama.¿Cuándo llegará la demanda de separación? La afición del Valencia no se merece un conflicto tan gratuito ahora que el club necesita tanto dinero.