Brasil

Bolsonaro S.A., el presidente brasileño acelera su plan de privatizaciones

Pretende acelerar su agenda de privatizaciones en 2020 con la venta de 300 activos por valor de 36.000 millones de dólares

Brazil's President Jair Bolsonaro poses for a photograph at the Taj Mahal in Agra
Jair Bolsonaro, en el Taj MahalAlan Santos/Brazilian PresidencyReuters

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue con su discurso ultra radical pero pretende al estilo Donald Trump acabar su mandato con una mejora económica que permita alargar su mandato. Y es que al final el bolsillo es lo que cuenta.

Bolsonaro pretende acelerar su agenda de privatizaciones en 2020 con la venta de 300 activos por valor de 36.000 millones de dólares y ha redoblado sus esfuerzos para atraer inversores dispuestos a apostar en el país sudamericano.

Siguiendo una agenda de corte liberal, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro se ha propuesto reducir a mínimos el tamaño del Estado y espera acabar su mandato el 1 de enero de 2023 con tan solo un centenar de activos públicos, de los 695 en los que tenía participación directa o indirecta a comienzos de 2019.

Según los datos de la secretaría de Privatizaciones y Desinversiones, Brasil se deshizo el año pasado de 71 activos, con los que recaudó 105.400 millones de reales (unos 25.707,3 millones de dólares), un 25 % más de los previsto inicialmente.

Para 2020 el Gobierno se ha impuesto una meta todavía más “ambiciosa” e intentará recaudar 36.000 millones de dólares, equivalentes al 1,7 % del PIB, con la venta de activos, entre los que figuran un gran número de subsidiarias de la eléctrica estatal Eletrobras y la Empresa de Tecnología e Información de la Seguridad Social (Dataprev), entre otras.

“Es un plan muy ambicioso. El primer año (de Gobierno) es de aprendizaje, estuvimos centrados en la reforma de las pensiones, lo que nos consumió mucha energía, pero ahora nuestro foco está puesto en las privatizaciones y hay un trabajo muy grande que todavía tiene que ser hecho”, explicó el secretario de Privatizaciones, Salim Mattar.

Sin embargo y tras la presiones en el Congreso, el Gobierno ya ha descartado la privatización de las joyas de la corona del Estado brasileño -la petrolera estatal Petrobras y el Banco do Brasil- y ha pospuesto para 2021 la desestatización de los Correos debido a su elevada “complejidad”.

No obstante, una de sus prioridades será la venta de la eléctrica estatal Eletrobras, que tiene el control directo sobre unas 200 empresas y cuya privatización todavía depende de la aprobación del Congreso. “Hay una receptividad por par te del Congreso brasileño y contamos con que Eletrobras será capitalizada este año”, comentó el secretario en un tono optimista.

De acuerdo con la agencia de calificación de riesgos Moody’s, las privatizaciones previstas para este año podrían fortalecer el perfil de crédito de Brasil.

Para impulsar el crecimiento y crear más empleos, Brasil necesita avanzar vigorosamente con las reformas del sistema tributario y del sistema de pensiones, la apertura comercial, la inversión en infraestructura y reformas financieras clave, según manifestó el FMI en su última evaluación económica anual.

La recuperación económica de Brasil se mantiene lenta, pero se prevé que se fortalezca en 2020. Después de la recesión de 2015−2016, el PIB real creció solo 1,1% en 2017 y 2018. En el 2019 el crecimiento permaneció moderado, a una tasa de 0,8%. La aprobación de la reforma de las pensiones —que actualmente está siendo tratada por el Congreso de Brasil— y los avances en completar y poner en práctica la agenda de reformas estructurales del gobierno elevarían el crecimiento del PIB a 2,4% en 2020.