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¿Está ocultando Rusia los contagios por coronavirus?

Las autoridades sanitarias comienzan a usar otro tipo de tests con mayor sensibilidad tras los pocos positivos detectados pese a las más 100.000 pruebas realizadas

Operarios en las obras de construcción de un nuevo hospital para atender a los enfermos de coronavirus a las afueras de Moscú
Operarios en las obras de construcción de un nuevo hospital para atender a los enfermos de coronavirus a las afueras de MoscúKirill ZykovAP

En Rusia se han registrado 438 personas contagiadas por coronavirus y un muerto, entre una población de 144 millones de habitantes en un país que tiene frontera con China, foco de la pandemia. El ritmo de propagación del virus parece aquí más lento que en la mayoría de los países europeos, pese a que en febrero Rusia ya tenía dos infectados identificados. ¿Está ocultando Moscú datos estadísticos sobre los contagios?

Expertos dentro y fuera de Rusia consideran que el Gobierno no está siendo transparente en la crisis de esta pandemia. Varios médicos han cuestionado la efectividad de las pruebas para detectar el el virus. De hecho, las autoridades sanitarias han comenzado a utilizar otro tipo de test con mayor sensibilidad que los actuales, informa TVE, lo que alimenta las sospechas de que los más de 100.000 tests utilizados hasta ahora están fallando, por lo que habría más infectados que los reconocidos oficialmente.

Rusia es el cuarto país que más pruebas está realizando entre la población, por detrás de China, Italia y Corea del Sur. De hecho, su ratio de casos positivos era hasta hace unos días la segunda más baja del mundo, por detrás de Emiratos Árabes Unidos. Hace dos días, en Reino Unido se habían practicado 64.000 tests con un saldo de 3.000 infectados. En Noruega, 44.000 pruebas habían servido para detectar 1.700 casos. “El número de infectados en Rusia es más alto, ¿pero cuánto más? ¿Dos veces mayor o 10 veces?”, pregunta ante ABCNews Alexey Kurinny, diputado del Partido Comunista y miembro del comité de sanidad del parlamento.

El alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, ha puesto en duda el balance oficial de contagiados, que podría ser “significativamente” superior, y así se lo ha transmitido este martes a Vladimir Putin durante una visita a un hospital moscovita. “Muchas personas se quedan en casa, no se les hace la prueba”, ha dicho Sobianin, según la transcripción oficial de la reunión recogida por la agencia de noticias DPA. Pese a los reiterados mensajes de calma del Kremlin, el alcalde ha explicado que hay unos 500 supuestos casos de contagio que previsiblemente se confirmarán en su mayoría.

Otro indicio que mueve a la sospecha a algunos analistas es la construcción urgente de un hospital para enfermedades infecciosas cerca de Moscú, “lo que hace sospechar que el número de contagiados sea mucho mayor que el oficialmente reconocido”, afirma Mira Milosevic, investigadora principal del Real Instituto Elcano.

El presidente Vladimir Putin ha asegurado que el brote del Covid-19 está “bajo control” debido a las estrictas medidas aplicadas. El Kremlin también ha negado las acusaciones salidas de Bruselas de que Rusia estaría lanzando noticias falsas en torno al coronavirus. Lo que no ha podido negar, según Milosevic, es el mensaje de las televisiones estatales, que han criticado a los países europeos por “gestionar mal” la pandemia, remarcando el “fracaso de la solidaridad de la Unión Europea”.

En la guerra de propaganda que se ha desatado en torno a esta crisis, Rusia está jugando sus cartas. Este mismo lunes ha enviado a Italia diez aviones de la Fuerza Aérea cargados con expertos militares rusos y equipos para combatir la pandemia. Moscú ha negado que esta ayuda a un país de la UE sea una manera de presionar a Italia para que Roma, a cambio de la asistencia sanitaria, pida a la Unión Europea el fin de las sanciones que Bruselas mantiene sobre Rusia desde hace años por la anexión de Crimea.

Cinco años de cárcel

Rusia replica que está haciendo todo lo posible para contener la propagación, con el cierre de colegios incluido, y recuerda que hace días adoptó severas medidas para tratar de frenar la propagación del Covid-19. Así, se contempla la pena de prisión de hasta cinco años para quienes incumplan la cuarentena, la devolución al país de origen de aquellos infectados que no sean rusos e incluso el exterminio de animales callejeros y de ratas en las ciudades. A principios de mes de marzo, las autoridades habían expulsado del país a 88 extranjeros que habían violado las condiciones de la cuarentena, según Moscú.

En opinión de Mira Milosevic, investigadora principal del Real Instituto Elcano, “la respuesta de Rusia a la pandemia del coronavirus refleja la naturaleza de su sistema autocrático: la falta de transparencia en la gestión de la crisis y de la contención del virus, el uso de la desinformación sobre las enfermedades infecciosas como instrumento político; el oportunismo político y geopolítico, la hostilidad hacia Occidente, en especial hacia EEUU, y la divulgación de teorías conspirativas que, como sabemos, siempre han sido uno de los instrumentos favoritos de los regímenes totalitarios para mantenerse en el poder”.