Ratas, las invitadas incómodas al palacio presidencial de Bolsonaro

Los simpatizantes y admiradores del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, suelen acudir a la entrada del palacio presidencial para animar y jalear a su mandatario. Desde que se tomaron medidas de aislamiento social en Brasil para luchar contra la propagación del coronavirus, a pesar de Bolsonaro, el número de “fans” ha disminuido. Pero según informa la prensa local, el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial del presidente en Brasilia, sí ha recibido nuevos visitantes.

El diario “Folha de Sao Paulo” informa que desde principios de abril las ratas han proliferado en los alrededores del palacio presidencial, construido por el arquitecto Niemeyer. Los roedores buscan restos de comida en la zona. Antes, el Palacio de la Alvorada carecía de ratas, pero desde que empezó el mes “comenzaron a circular libremente en los jardines, baños y bancos ubicados en la entrada principal”.

El periódico brasileño explica que es precisamente desde ahí donde el presidente Bolsonaro saluda a sus partidarios y concede entrevistas a la Prensa.

“Folha de Sao Paulo” asegura que las ratas suelen aparecer al final de la tarde, cuando se reduce el número de simpatizantes de Bolsonaro. La semana pasada uno de estos molestos roedores se arrimó demasiado a un reportero de televisión que estaba grabando un reportaje. “El miércoles, otra rata se acercó a un periodista y terminó asustando a una turista, que esperaba tomarse una fotografía con Bolsonaro”, detallan en el diario brasileño.

Desde presidencia informaron a “Folha de Sao Paulo” que ya se ha llevado a cabo una desratización y que el día 23 se realizó un nuevo informe sobre el estado de esta plaga. Normalmente, se suele hacer un control de plagas cada trimestre, en caso de que aparezcan roedores (como es el caso), se refuerza. Parece que no hay motivos que justifiquen la presencia masiva de ratas en la zona, aunque puede que las copiosas lluvias hayan contribuido.

No es la primera vez que se perciben invitados incómodos en el Palacio de la Alvorada. El entonces presidente Michel Temer hizo unos comentarios muy polémicos en 2017 para justificar el porqué del cambio de residencia oficial.

Temer aseguró que abandonaba el palacio porque “sentía algo extraño ahí”. “Desde la primera noche, no pude dormir. La energía no era buena”. Su esposa, Marcela, “sintió lo mismo. Solo le gustaba a Michelzinho (su hijo), que iba corriendo de un lado para otro. Llegamos a pensar, ¿habrá fantasmas aquí?”.