“El Gobierno de Sánchez carece de una visión reformista y sus bandazos perjudican al turismo”

La pandemia del coronavirus se ha llevado miles de vidas humanas y nos ha dejado millones de sueños rotos. De golpe, el mundo de ayer se desvanece y nos dicen que hoy hemos de vivir en una orwelliana «Nueva normalidad», pero no estamos condenados a perder el mañana. La Unión Europea, en todo caso, no se ha resignado a vivir sin esperanza. Está actuando y lo está haciendo con altura de miras y con una solidaridad propia del reto al que nos enfrentamos.

Así, el Plan de Recuperación, impulsado y liderado por el Partido Popular Europeo, es un esfuerzo compartido motivado por un principio fundamental de nuestra Unión, la solidaridad. Es un punto de inflexión que reconstruirá una Europa mejor.

El Plan de Recuperación de la UE consiste en un aumento del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 elevándolo hasta 1,1 billones de euros y un nuevo instrumento de recuperación, «Next Generation EU», dotado de 750.000 millones de euros. Sumando el último plan de 540.000 millones de euros (SURE, MEDE y BEI) esta cifra alcanzaría los 2,4 billones de euros.

Todos estos recursos servirán para recuperar la creación de empleo, y también para construir una economía más competitiva, resiliente, digital y sostenible. Son programas que fortalecerán los sistemas sanitarios y apoyarán a Pymes y trabajadores de todos los sectores, desde el turismo a la cultura, pasando por la agricultura.

Es un plan que favorecerá una mayor cohesión y que, por lo tanto, ayudará especialmente a aquellos países más golpeados por esta crisis como son España e Italia. Sin embargo, el tiempo apremia. Muchos de los que han bajado las persianas de su negocio estas semanas no las volverán a levantar si los Estados no actúan con responsabilidad.

El Gobierno italiano, por ejemplo, apuesta por un impulso reformista para aprovechar la ayuda europea y, así, modernizar su economía. Lamentablemente, el Gobierno de Pedro Sánchez carece de esa visión y trata de eludir su responsabilidad. Lanza mensajes contradictorios, perjudicando a sectores clave como el turismo. Tampoco transmite confianza cuando pacta con Bildu derogar una reforma laboral que impulsó la salida de la anterior crisis. En este sentido, los nacionalismos y los populismos serían la peor respuesta al enemigo invisible que es el coronavirus. Solo dividen y fragilizan nuestras sociedades. Así pues, el Gobierno español debe cambiar de estrategia y debe ayudar a Europa a ayudarnos.

En definitiva, trabajemos para ejecutar el Plan de Recuperación lo más rápido posible con reformas serias, sensatas y pactadas. Aceleremos la recuperación. Aceleremos la esperanza. Solidaridad y responsabilidad deben ir de la mano.

De esta manera, frenaremos la crisis y atajaremos a los agitadores del resentimiento y la discordia. La Unión Europea está demostrando una responsabilidad y un coraje inauditos. Esta es la verdadera Europa: la que tiende la mano al que lo necesita, la que lucha unida para devolver el futuro a sus hijos. Esa es la Europa del Partido Popular. Y es la España que queremos.