América

El malestar social se instala en Chile

Segunda noche de disturbios por las medidas económicas de Piñera. El Parlamento aprueba una reforma de las pensiones que rechaza el Gobierno

Noticias de última hora en La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

El Gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera, pese a haber realizado importantes concesiones, no descansa en paz. Además de lidiar con las revoluciones latinas de meses anteriores, ahora arrastra dos frentes: La pandemia de coronavirus y la crisis social.

Piñera sufrió ayer una dura derrota después que diputados opositores, respaldados por trece oficialistas, aprobaron un proyecto para que millones de chilenos retiren el 10% de sus ahorros de pensiones para mitigar la complicada situación económica desatada por la pandemia.

La votación en la Cámara de Diputados estuvo antecedida por violentos disturbios en Santiago y ciudades del interior que incluyeron ataques a cuarteles policiales y saqueos a supermercados. Las protestas fueron convocadas en las redes sociales para presionar a favor de la iniciativa, que ahora deberá ser aprobada por el Senado para convertirse en ley.

Piñera anunció la víspera un paquete de medidas para aliviar a la clase media con miras a convencer a los diputados oficialistas de que rechazaran el proyecto de la oposición de centro izquierda, pero trece parlamentarios oficialistas aprobaron la iniciativa.

El sistema de pensiones de Chile fue impuesto hace 40 años por la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) y se basa en la capitalización del ahorro individual, que entrega bajas jubilaciones a la inmensa mayoría de los chilenos. Los 83 diputados opositores y 13 oficialistas aprobaron que quienes lo deseen podrán retirar el 10% de sus ahorros de jubilación de un fondo total de 200.000 millones de dólares.

La oposición necesitaba el voto de diez oficialistas para que el proyecto avanzara al Senado y obtuvo trece. En la Cámara Alta requerirá el apoyo de al menos dos legisladores derechistas.

Varios economistas son contrarios al proyecto porque opinan que las ya bajas pensiones se verán afectadas si se retira parte de los fondos. Los empresarios, al igual que el Gobierno, han desplegado una fuerte campaña contra el proyecto y advirtieron que, de aprobarse, afectará el ahorro nacional y el valor de los activos en que están invertidos parte de los fondos de pensiones.

La Fundación Sol, dedicada al análisis provisional, afirmó que los grandes grupos económicos chilenos reciben poco más de 100.000 millones de dólares en inversiones provenientes de los ahorros de pensiones de los chilenos.

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, lamentó que la clase media acuda a sus ahorros previsionales para aliviar su mala situación económica causada por la pandemia y añadió que seguirán insistiendo con el paquete de ayuda en el Senado.

El diputado oficialista Eduardo Durán dijo que “con mi voto a favor sólo estoy devolviendo la mano a la gente que tiene problemas”, mientras su colega opositor Raúl Soto declaró que “finalmente se ha roto el paradigma de un sistema de capitalización individual que ha abusado de los chilenos durante cuatro décadas, y se abre una puerta sin retorno”

Presionado por sus filas, Piñera mejoró la víspera un paquete de ayuda para los sectores medios que ganaban antes de la pandemia entre 630 y 1.900 dólares y que han perdido al menos un 30% de sus ingresos; un bono de 600 dólares, préstamos sin intereses por hasta 2.460 dólares a pagar en cuatro años, la demora de los vencimientos de los créditos para la vivienda, subsidios para los arriendos y créditos para pagar la universidad.

La oposición rechazó el paquete ofrecido por el Gobierno porque estima que se traducirá en nuevas deudas para la clase media, a la que pertenece en torno del 60% de los 18 millones de chilenos.