Afganistán
Más de 30 muertos por el ataque en un cárcel de Afganistán
El Estado Islámico reivindica la autoría del atentado, en represalia por la muerte de Asadulá Orakzai, su jefe de inteligencia
El balance de muertos a causa del ataque lanzado el domingo por milicianos de Estado Islámico contra una prisión de Jalalabad, capital de la provincia afgana de Nangarhar (este) ha ascendido a 29, según han confirmado las autoridades. El portavoz del gobierno provincial, Ataulá Jogyani, ha indicado que otras 50 personas han resultado heridas en al ataque, que ha sido dado por concluido tras 18 horas de enfrentamientos, tal y como ha recogido la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Asimismo, ha detallado que en la prisión había más de 1.700 presos en el momento del asalto, antes de indicar que 1.025 han vuelto a ser capturados cuando intentaban fugarse de las instalaciones. Jogyani ha dicho que 430 han sido rescatados del interior y que algunos han muerto o han sido dados por desaparecidos.
El ataque en Afganistán comenzó sobre las 18.45 (hora local) con la explosión de un coche bomba en la entrada al que siguió un enfrentamiento entre los terroristas y las fuerzas de seguridad, que finalmente han logrado matar a todos los atacantes, cuyo número no ha sido especificado por el momento. El Estado Islámico ha reivindicado la autoría del ataque, en represalia por la muerte de Asadulá Orakzai, jefe de Inteligencia de la rama afgana del grupo yihadista en una operación llevada a cabo durante el fin de semana, según ha recogido SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
La Oficina Nacional de Seguridad (NDS) destacó que Orakzai, cuyo nombre real era Ziaurahmán, nacido en Pakistán, murió en una “operación dirigida” contra él y llevada a cabo por “unidades especiales” del organismo. Asimismo, manifestó que Orakzai estuvo implicado en la planificación de atentados contra objetivos civiles y militares en Afganistán y ha recalcado que trabajará para acabar con los terroristas “en todas partes”.
Por su parte, los talibán han negado toda implicación en el ataque contra la prisión en Jalalabad, ejecutado en medio del alto el fuego entre los insurgentes afganos y el Gobierno con motivo de la Festividad del Sacrificio. “El ataque y el tiroteo en Jalalabad no tiene relación con los muyahidín del Emirato Islámico”, ha señalado el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, a través de un breve mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter.
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