Estado Islámico

La brutalidad sin límites del Estado Islámico

Cuelgan a un prisionero boca abajo de una grua y le cortan eol cuello con un cuchillo

Un hombre permanece suspendido boca abajo antes de ser degollado por un terrorista del ISIS
Un hombre permanece suspendido boca abajo antes de ser degollado por un terrorista del ISISjmzbru

La brutalidad del Estado Islámico (Daesh, Isis) no tiene límites. A través de sus redes sociales, han difundido varios fotografias en las que se ve cómo cuelgan a un prisionero de una grua, atado por los pies, boca abajo, y, en esta posición, uno de los terroristas le corta el cuello hasta decapitarle.

No es una novedad que la banda yihadista “invente” sistemas, cada día más atroces, para acabar con la vida de sus enemigos, ahogándolos vivos, quemándolos o, sinmplemente, mediante el degollamiento. En muchos casos, a ntes les hacen cavar su propia tumba.

El problema es que los vídeos y fotografías, con sus consiguientes mensajes, son los que se difunden a través de las redes sociales para que los actores, “lobos”, solitarios, o los aspirantes a serlo, los visualicen y, como todo se hace “en nombre de Alá”, consideren que es su obligación emular este tipo acciones criminales dentro de sus posibilidades.

Esos terroristas en potencia están extendidos por todo occidente, incluida España, y sólo la acción de las Fuerzas de Seguridad, Policía, Guardia Civil y Mossso D’Esquadra, han impedido que este año llevaran adelante sus siniestros planes. Recientemente, Londres, que ha sufrido varios ataques en los últimos tiempos, mantuvo una alerta especial ante la posibilidad de un atentado yihadista.

La pandemia de coronavirus, que ha obligado a los musulmanes radicalizados o en vías de estarlo, a permanecer en sus casas, les ha hecho consumir muchas más horas de propaganda yihadista, con lo que ello conlleva de peligro. Los mensajes que machaconamente ha difundido el Estado Islámico iban en el sentido de culpabilizar a occidente de su situación de pérdida de trabajo y las consecuencias económicas que ello conlleva.

Por ello, la obligación que les “ordena Alá” la de atacar a los infieles para rematar el castigo que ya les ha enviado con la pandemia del coronavirus. Desde la óptica occidental, resulta incomporensible que estos individuos lleguen a tal grado de fanatización, pero se debe tener en cuenta. El terrorismo yihadista es un fenómeno que ha llegado para no marcharse.